Calles más seguras: extienden el picado del granito para evitar caídas

Belén Hernández

Salamanca

Martes, 25 de marzo 2025, 06:30

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La campaña contra los resbalones continúa en la ciudad para extenderse a todos los puntos en los que las plataformas de granito se puedan abujardar, es decir, labrar para que su superficie sea rugosa y evitar deslizamientos. Esta técnica ya se ha aplicado en la calle Tentenecio, con vistas a asegurar la zona ante las procesiones de la próxima Semana Santa. Ahora se ha extendido a la confluencia de la calle Toro con la avenida de Mirat, un punto de un desnivel notable en el que el suelo era muy resbaladizo, especialmente en los días de lluvia.

El picado del granito se va a extender a la cercana calle Luis Hernández Contreras, en concreto a sus dos aceras, donde el desnivel es importante y la posibilidad de resbalones también. Según fuentes municipales, «allí donde haya buen granito y se hayan denunciado incidencias se va a actuar». Esta actuación se desarrollará en paralelo con las ya anunciadas en las calles Toro y Azafranal, así como en la plaza del Liceo una vez que terminen las obras que una compañía eléctrica aborda desde hace un par de semanas en la zona.

Cabe recordar que hace justo un mes el Ayuntamiento de Salamanca comenzó a retirar las baldosas de pizarra del tramo de la calle Azafranal próximo a la plaza del Liceo por su elevada resbalabilidad. Las losas negras se sustituyeron por otras del mismo color, pero de material drenante. El objetivo es que además de elevar la adherencia, permitan que el agua de lluvia fluya hacia los acuíferos del subsuelo de la capital. Pasado este tiempo inicial y una vez vista su eficacia, el Consistorio salmantino utilizará este material para sustituir todas las baldosas de pizarra de la zona, a excepción de las que están justo delante del Teatro Liceo, donde se reemplazaron por otras muy similares pero rugosas cuando se abordó la reforma del edificio. En todo caso las nuevas losas deben ser negras para mantener el mosaico del suelo de esta parte céntrica de la ciudad. La campaña contra los resbalones precisamente nació en este punto tras la caída de una mujer en esta zona, lo que le provocó una fractura de rodilla. Según las conclusiones del área municipal de Ingeniería Civil, las losas de pizarra no cumplen con los índices de resbalabilidad exigidos, pues el índice de resistencia al deslizamiento ha de ser superior a 45, y en este caso es de 20.