El retraso, previsiblemente hasta final del año, del programa del Imserso mantiene en vilo a los 31.845 salmantinos acreditados para participar en el programa de viaje para poder solicitar sus destinos. Por estas fechas ya deberían haber llegado las cartas a los buzones para empezar a elegir los destinos, pero un problema en la adjudicación ha dejado todo en el aire. Esta situación de conflictos administrativos ya se repitió en 2019 y en 2021 y supuso una importante demora en el inicio.
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Los recursos presentados por Soltour y Mundiplan amenazan con extender la adjudicación definitiva hasta finales de año y elevar la incertidumbre con la que se enfrentan los salmantinos. De hecho, ya en los restaurantes y hoteles de la Comunidad Valenciana, los destinos más demandados por los pensionistas salmantinos, ya han comenzado a poner en marcha sus planes de contingencia ante las dudas que ha generado esta demora.
El presidente de la Asociación Salmantina de Viajes, Juan Carlos del Val, espera que la resolución de los recursos no se demore tanto como los cálculos más pesimistas, pero reconoce las dudas que existen entre los pensionistas salmantinos. «No hay día que no venga gente preguntando por los viajes del Imserso. Las agencias que están acreditadas reciben muchas visitas porque es en estas fechas cuando suelen empezar las reservas, pero de momento no hay nada», admite. Este año, además, coincide con un replanteamiento de los programas para lograr, entre otros objetivos, que sean un mecanismo para combatir la soledad no deseada. Saber cuándo serán los programas es una incógnita.
Los viajes del Imserso no son la única gestión del Gobierno que ha levantado polvareda. La convocatoria de elecciones se coló tras la decisión polémica de prorrogar el contrato del termalismo. Es decir, mantener los mismos precios de 2020 pese a la inflación que han soportado las empresas durante los últimos tres años. Ante esta incertidumbre, los balnearios quieren saber si se prorroga el actual contrato o habrá uno nuevo ante las quejas planteadas desde la Asociación Nacional de Balnearios (ANBAL).
El director del Balneario de Ledesma, Ángel Lois, participante en este programa del Imserso desde sus inicios, lamenta que el Gobierno no haya querido hacer un contrato nuevo ante la «subida de costes desmesurada que está sufriendo el sector». «Si se hace una prórroga va a suponer que vamos a tener en la práctica en el año 2024 los mismos precios». El origen del problema está en que la prórroga del contrato actual (de la temporada 2021-2022) está calculada con la tabla de costes de 2020.
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En este caso, además plantea que con el problema actual de gobernabilidad que existe en caso de que no se optara por la prórroga en vez de sacar un nuevo contrato, la situación se enquistaría aún más.
Por su parte, el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 -de quien depende el Imserso y, por tanto, este programa no ha dado una respuesta definitiva a los balnearios tres meses después. En la última reunión que mantuvieron con ANBAL, antes de las elecciones autonómicas y municipales, les trasladaron que el anuncio del Consejo de Ministros no necesariamente implica una prórroga. Sin embargo, los servicios jurídicos de la asociación confirman que sí lo es.
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