Catedral Nueva de Salamanca. ARCHIVO.

Curas armados y avalancha de niños abandonados: así era la Catedral del Medievo

El Cabildo publica y transcribe los estatutos del Cabildo que sirven para hacer una radiografía de la época y la primera mención documentada de los pueblos de la Diócesis de Salamanca

Ángel Benito

Salamanca

Martes, 11 de febrero 2025, 12:17

El Archivo de la Catedral constituye una de las principales joyas documentales para conocer la historia de la ciudad de Salamanca y gran parte del territorio de su Diócesis. El Cabildo ha dado un paso más en su conocimiento con el estudio y publicación de sus estatutos medievales, una herramienta que resultará fundamental para el estudio de los investigadores ya que incorpora la transcripción de todas las normas capitulares del medievo desde 1230 hasta el siglo XVI. De hecho, para hacerlo más accesible al investigador, los especialistas han traducido las normas que originalmente estaban escritas en latín.

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Presentación de la publicación de los Estatutos Medievales.

¿Y cómo era la Salamanca de la época? José Luis Martínez, catedrático emérito de la Universidad y uno de los impulsores de la obra detalló algunas de las claves que reflejaban una ciudad con unas «condiciones de vida muy duras». Como ejemplo, relató cómo se abandonaban bebés a las puertas de la Catedral para que fueran acogidos por la Iglesia. Así, el Cabildo ordenó que se iniciasen investigaciones para conocer el paradero de los padres y que se hiciesen cargo del coste de la manutención. También señala la norma que prohibía a los canónigos de la Catedral portar armas «salvo cuando estuviesen obligados a desplazarse por los caminos o por la noche».

El trabajo además incluye la existencia de la primera relación de lugares de la Diócesis y su potencial económico ya que se incluía el pago de los diezmos. «Supone una importante fuente de información ya que abre la puerta a investigar la población y el peso económico que tenían los pueblos», explicó el canónigo archivero, Casimiro Muñoz.

El estudio de los textos medievales también ha servido para profundizar en la historia del obispo Lucero, cuyo sepulcro se mantiene en la capilla de Santa Bárbara, así como para acabar con algunos mitos que se han mantenido hasta la actualidad: «La noche de vigilia que los estudiantes hacían en Santa Bárbara tiene mucho de leyenda. Allí solo hubo exámenes de grado, y no de doctor, y no era la zona indicada para los banquetes que era en Santa Catalina».

El proyecto ha contado de nuevo con la experta en paleografía Rosana L. Vassallo, profesora de la Universidad Nacional de la Plata (Argentina), así como de Pedro Gómez, técnico del Archivo de la Catedral.

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La publicación entera está disponible en el apartado de instrumentos de la web de la Catedral

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