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Que sean los acreedores de un deudor al que se ha exonerado de sus responsabilidades los que comuniquen que le borren de los listados de morosos. Este es el precursor auto que ha dictado el Juzgado de lo Mercantil de Salamanca tras el cambio de la Ley Concursal de 2022. Según el abogado José María Rozas, especializado en insolvencias, «si una deuda se cancela, el acreedor debe comunicarlo al fichero de morosos al que en su día notificó la existencia de esa deuda». Así, el auto del Juzgado salmantino es una interpretación «valiente y novedosa» para el especialista.
Si el acreedor no cumple con este requisito, según Rozas, puede incurrir en una intromisión ilegítima del derecho al honor, a la intimidad personal y a la propia imagen. No obstante, la norma también permite al exonerado iniciar el proceso para borrarse de las listas de deudores. El cambio de la normativa hace algo más de dos años abre esta vía a través del artículo 492 ter, aunque sea de pura lógica que si ya no tienes deudas debas estar fuera de cualquier registro de morosos. «Creo que a raíz del auto de Salamanca más juzgados de lo mercantil se van a decantar por esta solución», incide el abogado. Señala que en la actualidad en la provincia se registran muchas peticiones para acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad, «otra cosa es que todas prosperen».
Estar en una lista de morosos, además de un estigma para el inscrito, puede frenar operaciones de crédito de cualquier tipo o la solicitud de préstamos para adquirir, por ejemplo, un vehículo. «Por eso las listas de morosos deben estar actualizadas y al día», insiste Rozas. Cabe destacar que la conocida como Ley de Segunda Oportunidad no implica barra libre para los deudores, ya que deben cumplir una serie de requisitos estrictos para la exoneración de sus cargas.
Rozas explica que antes de llegar a este punto de no pagar, un concurso busca una solución abonando con bienes materiales si el responsable no tiene liquidez o incluso se pueden aprobar pagos a plazos. «Algunos puntos son muy exigentes, como las deudas con el Estado, Seguridad Social, Agencia Tributaria o Ayuntamiento, entre otros», detalla el experto. ¿En qué situación se puede exonerar la deuda? Cuando la obligación con el acreedor compromete su patrimonio y aún así no llega ni para pagar los gastos del concurso, entre otros.
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