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Emplazamiento actual en el cementerio del Crucero de San Cebrián. OBES
Del aula del diablo a velar tumbas: el tétrico devenir de la imagen de San Cipriano

Del aula del diablo a velar tumbas: el tétrico devenir de la imagen de San Cipriano

De la legendaria cuna de la nigromancia, la pieza tallada hace casi cinco siglos fue trasladada al cementerio

Domingo, 23 de junio 2024, 11:26

Aunque fue una costumbre que los monjes irlandeses y bretones introdujeron en el norte de la Península Ibérica en el siglo VII , llegó a tener un fuerte auge y expansión entre el XVI y XVIII. En las entradas de los pueblos, en los cruces de caminos, en los atrios de las iglesias, las entradas de los cementerios y los lugares elevados, pero también en aquellos espacios antes dedicados a cultos paganos, se levantaron cruceros como muestra de piedad por parte del pueblo y para su fomento entre los viajeros. La ubicación elegida para el que se dedicó a San Cebrián o San Cipriano hace unos 500 años no solo se situó junto a la iglesia fundada en 1141 bajo la misma advocación, sino que posteriormente los estudios arqueológicos han demostrado la presencia de tumbas en su entorno. Pero, si por algo se caracteriza este espacio, es por ser la legendaria cuna de la nigromancia, el lugar en el que el diablo daba clases a sus alumnos, la Cueva de Salamanca.

Pero la sombra de la Catedral acabó con la función parroquial de este templo (1580) y su piedras sirvieron pocos años después para levantar la basílica, según recuerda el proyecto elaborado por técnicos municipales. No obstante, no fue hasta finales del siglo XVIII cuando el crucero se retiró de su ubicación original por las obras de construcción de Seminario Carvajal —actualmente en proceso de rehabilitación—. Con la apertura en 1833 del cementerio católico de San Carlos Borromeo, la pieza dedicada a San Cebrián se situó en una de sus plazoletas, para acabar velando tumbas. Después de varios intentos frustrados por trasladarlo a su lugar original, ahora el Ayuntamiento tiene un proyecto para replicarlo y poder situar esa reproducción exacta junto a la mítica Cueva.

Además de éste, existen otros dos cruceros en la ciudad de Salamanca, uno en la Puerta del Río, al final de la calle Veracruz, y otro en el Monte Olivete, en los terrenos del convento de San Esteban.

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