Los atentados de ETA que marcaron a Salamanca

Se cumplen 13 años desde que la banda terrorista ETA anunciara el cese de la violencia en España, tras 43 años de actividad, más de 800 víctimas mortales y más de 3.500 atentados.

A pesar de que las acciones de la banda se concentraron principalmente en el País Vasco y en grandes ciudades como Madrid o Barcelona —donde ocurrió el terrible atentado en el Hipercor, que segó la vida de 21 personas y dejó heridas a otras 45—, muy pocas provincias del país escaparon a la violencia de la formación terrorista. Salamanca no fue una de ellas.

El coronel, de 55 años, perdió la vida después de que explotase la bomba que estaba colocada debajo de su coche cuando salía de un garaje cercano a su domicilio, en el paseo de la Estación, en torno a las 16:30 horas del 2 de septiembre de aquel año. Heredero era natural de Calatayud (Zaragoza), tenía esposa y tres hijos y llevaba más de 20 años en la ciudad, donde estaba destinado en el Patronato de Huérfanos del Gobierno Militar de Salamanca. A título póstumo se le concedió la Medalla al Mérito Militar de primera clase con distintivo blanco.

A las 8:20 horas del 10 de noviembre de 1995, el capitán Juan José Aliste se quedó sin piernas después de que una bomba activada con temporizador y adosada a los bajos de su coche explotase en las inmediaciones de la plaza de toros de La Glorieta. Minutos antes, había dejado a su hija y dos amigas en el colegio. Se convirtió en delegado de la Asociación de Víctimas del Terrorismo en Salamanca y en 2014 asumió la presidencia en Castilla y León. Ese mismo año fue pregonero de las Fiestas, ascendió a comandante y recibió la Medalla de Oro de las Cortes.

• Temas
• Terrorismo