Así viven los estudiantes que han llegado a Salamanca a aprender español

Fano es una ciudad costera de Italia ubicada en la costa del mar Adriático. En ella se ubica el Instituto Comprensivo Estatal “Matteo Nuti” que tiene una larga experiencia en la enseñanza de la lengua española. Pasados los peores años de la pandemia, el centro ha querido ofrecer este año a sus alumnos la posibilidad de disfrutar de un viaje de inmersión lingüística y ha elegido Salamanca para esta aventura en la que participan 160 escolares de entre 12 a 14 años, probablemente el mayor grupo procedente de un mismo centro educativo que ha recibido la ciudad.

“Salamanca tiene una gran tradición y es conocida internacionalmente por su prestigiosa Universidad”, asegura Silvia Faggi Grígion, directora del instituto, para explicar los motivos por los que eligieron esta ciudad.

Organizar un grupo tan grande requiere de una gran logística, así que el grupo Enforex optó por alojar a todos los niños en la residencia de los Padres Paúles donde duermen, desayunan, comen y cenan. Además, en las aulas de este gran centro situado en el municipio de Santa Marta reciben sus clases durante la mañana, mientras que por las tardes disfrutan de visitas a la ciudad, recorren monumentos, van de pinchos y de tiendas o tienen cine, la actividad depende del grupo del que formen parte, ya que los 160 niños están divididos en cuatro grupos.

“Estamos acostumbrados a mover un volumen muy grande de grupos, pero no suelen ser tan grandes. Este requiere de una gran infraestructura”, explica y detalla Isabel Bueso: son 160 niños, más 16 profesores que les han acompañado desde Italia, 8 profesores de la academia y 10 monitores que están con ellos por las tardes y las noches, ya que antes de dormir organizan juegos dentro y fuera del edificio para que los niños practiquen el español y su inmersión en esta lengua sea lo más completa posible.

Para la mayoría de estos pequeños este viaje es el primero fuera de su país sin sus padres y también es la primera ocasión que visitan España, aunque algunos estudiantes sueltos dicen haber visitado Ibiza, Valencia, Madrid y Barcelona.

“Estoy muy contento y estoy aprendiendo bastante”, asegura Ricardo, alumno de 12 años expectante porque ese día por la tarde va a poder visitar la ciudad de Salamanca. “Estar con los amigos es lo que más me gusta”, comenta Gianfilipo, de 13 años, y añade: “Es muy divertido porque es una experiencia nueva”.

Todos coinciden en lo difíciles que son los verbos y la gramática de la lengua española. Valentina tuvo que hacer una carta, pero señala que la va a tener que repetir porque la escribió en segunda persona y tenía que ser en tercera persona. “El objetivo es que aprendan lo máximo pasándolo bien, que consigan entender y hacerse entender”, explica Carlos Polo, uno de los profesores que imparte clases de español a este grupo de niños italianos. Matilde, con 14 años, quiere aprender español para viajar cuando sea más mayor.

Algunos grupos están practicando las horas y comparando los horarios de los dos países. “Me gusta más el horario italiano”, reconoce Mirian, de 13 años, mientras algunos compañeros, con gran sinceridad, señalan que la pasta que se prepara en España no está buena, sin embargo, sí que les han gustado las tapas, en especial el jamón.

Salvo un grupo, todos los niños han llegado el lunes y se marcharán el viernes, aunque antes de coger el avión pasarán por Ávila y Segovia. Son cinco días intensos que les procurarán una experiencia que seguro que recordarán de por vida y quedará en su retina la imagen de Salamanca convirtiéndose en embajadores de esta ciudad y sus cursos de español.

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