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La demolición del Hospital Clínico ya tiene fecha: comenzará en mayo, tendrá un plazo de ejecución entre seis y nueve meses, y será ejecutada por una empresa francesa especializada en este tipo de derribos especialmente complejos. La Gerencia del Hospital de Salamanca ya ha diseñado el plan de derribo del viejo Clínico para dejar libre un solar sobre el que se levantará el futuro edificio de consultas. Pero antes de destruir el edificio es necesario un proceso de achatarramiento, extracción y reciclaje de materiales sensibles.
Todas las consultas que aún funcionaban en el Clínico se van a trasladar al Virgen de la Vega durante un par de años. Este traslado, que ya se está realizando, debería terminar el 8 de abril. Significa que a partir del 9 de abril el Clínico queda ‘libre’ de personas y listo para empezar con el achatarramiento de materiales. Hay que retirar las ventanas, desmontar las planchas del tejado, sacar todo el amianto, la uralita y demás componentes que forman un hospital con más de 50 años y que son tóxicos. Determinados servicios del Clínico trabajan con productos que no se pueden desechar de cualquier manera. Son residuos químicos, radiactivos, agentes víricos, etc, que deben eliminarse por completo para evitar que durante el derribo se formen polvaredas peligrosas para la salud.
Por este motivo, y por la gran cercanía que existe con el nuevo Hospital, en el derribo del Clínico no se pueden utilizar explosivos. Sería lo más rápido en otras circunstancias, pero para echar abajo el edificio se emplearán piquetas que irán ‘comiendo’ la estructura de una forma controlada. El achatarramiento y limpieza del recinto se prolongará durante un mes, por lo que en la primera mitad de mayo está previsto que comiencen los trabajos de derribo.
Se emplearán cortinas de agua que empapan la obra mientras se pica para que la humedad impida la formación de nubes de polvo y, también, por cuestiones sanitarias. De hecho, será necesario un control continuo de la calidad del aire en torno a la obra y en el interior del nuevo Hospital Universitario para detectar si el polvo del derribo pudiera contener patógenos.
Los servivios de Prevención de Riesgos Laborales y el de Medicina Preventiva tendrán un papel muy importante durante esta fase, con capacidad -incluso- para paralizar la obra.
El Hospital de Salamanca alberga a pacientes de gran complejidad -UCI, oncológicos, hematológicos, etc- con los que hay que ser muy cuidadosos.
La construcción del nuevo edificio de consultas la va a realizar FCC, pero para la demolición del Clínico se ha contratado a una empresa francesa con amplia experiencia en trabajos tan específicos. El plazo que manejan para ‘borrar’ el Clínico del mapa de Salamanca oscila entre los 6 y los 9 meses. Quiere decir que, en un cálculo prudente, la tarea podría estar completada en noviembre o diciembre y FCC podría empezar a cimentar el futuro edificio a comienzos de 2023.
El plazo de ejecución de esta obra es de 22 meses. Hará falta todo el año 2023 y, posiblemente, todo el año 2024 para culminar la obra, con lo que la inauguración se haría en 2025: fecha en la que los cientos de profesionales que se está mudando al Virgen de la Vega podrán regresar al nuevo Complejo.
El futuro edificio de consultas no será independiente, sino que estará comunicado con el nuevo Hospital a la misma altura a la que se encuentra el hall principal, pero en la parte opuesta.
Los presupuestos Generales de la Junta de Castilla y León ya especificaban en 2020 que el coste total del Hospital de Salamanca superará los 300 millones de euros. De ese montante, hay una inversión de más de 40 millones a ejecutar en el ejercicio 2022-2023 para derribar el Clínico y construir el nuevo edificio de consultas.
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