Arsuaga y Millás en Salamanca: «La naturaleza humana se busca en cualquier lugar»

Un repleto Paraninfo recibió este miércoles la visita de uno de los dúos más populares del panorama literario español actual. El paleoantropólogo Juan Luis Arsuaga y el escritor Juan José Millás llegaron a la sala con decenas de salmantinos y de estudiantes que, acompañados de sus libros, no dejaron de reírse y de aplaudir un entretenido y ameno 'diálogo al estilo Unamuno'.

Moderado por la profesora de Filosofía, Lógica y Estética, María Martín Gómez, la charla tuvo presente en todo momento al que fue rector de esta institución, Miguel de Unamuno. «San Martín Bueno Mártir fue una obra que me impresionó y que me sigue impresionando», apuntó Millás, mientras que Arsuaga se inclinó por la faceta más poética del escritor, recordando algunos de sus versos. «Yo tengo una vena muy 'unamunianana', he crecido con Unamuno y he leído mucho de su obra», afirmó, recordando sus frecuentes visitas a la capital charra y resaltando que «la Universidad de Salamanca y la ciudad tienen una grandeza que nos empequeñece».

Su recién publicado 'La conciencia contada por un sapiens a un neandertal' fue otro de los ejes centrales de este diálogo. «La conciencia para muchos neurocientíficos es un problema difícil porque está sin resolver la dualidad entre la mente y el cerebro», dijo Millás. Una obra que se presenta al igual que sus dos predecesoras, como un diálogo entre dos personas pertenecientes a dos mundos diferentes: la ciencia y las humanidades. «Esperamos haber inventado un género, porque existían cosas que podían asemejarse, pero esto de viajar, de comer, y de aderezar todo eso con la conversación, no se había hecho y creo que es interesante el tratamiento de dos personajes que vienen de mundos diferentes», explicó el escritor. Sobre esta manera de dialogar, Arsuaga dijo que «las cosas surgen, esto era un experimento y este es el resultado, que nos ha sorprendido». «En estos libros de lo que se trata es de ver lo que hay en nosotros mismos en cualquier sitio. En este viaje que hemos hecho en el que hablamos sobre la naturaleza humana, vemos que puede buscarse en cualquier lugar», explicó, reconociendo que «para conocer al ser humano está bien ir a los yacimientos pero también se aprende mucho en un mercado, en un cementerio o en una playa», recalcó.

En este espacio, no faltaron los consejos para los universitarios. «Yo les diría que no se crean nada. Esa es la esencia del método científico. Ser científico significa ser revolucionario, significa estar incómodo», apuntó Arsuaga. «Para cultivar la inteligencia hay que extrañarnos de la realidad. Se escribe siempre desde el conflicto», afirmó Millás en su intervención.

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