Arranca la reforma del mercado más desconocido de Salamanca

La esperada reforma del Mercado de San Bernardo ha comenzado por el sótano, donde las tareas se centran ya en la eliminación de la humedad, que durante años ha dejado impracticable esta zona del inmueble, ubicado en la avenida de Filiberto Villalobos, junto a la estación de autobuses de la ciudad.

Esta semana la empresa ya ha instalado una valla de seguridad junto al acceso de carga y descarga, además de llevar el material de construcción. Precisamente este ha sido uno de los obstáculos con los que se ha topado la constructora, ya que los proveedores demoraron el suministro, obligando a retrasar el inicio de la reforma que debió empezar el pasado 9 de enero.

El Ayuntamiento pactó con los ocupantes de los puestos retrasar para después de Navidad los trabajos, favoreciendo las compras de los clientes en esta época de mayor consumo, y fijó el inicio de la obra pasado el fin de semana de Reyes. Así lo comunicó a los comerciantes a través de una carta certificada.

Finalmente no se cumplió la previsión y los inquilinos de los puestos se quejaron de falta de información, así como de desconocer el plan de ejecución de las reformas en el piso de arriba, donde se ubican. Según el Consistorio, han sido varias las reuniones que los técnicos han mantenido con ellos para informarles de los detalles del proceso, así como de que los trabajos comenzarán por la zona en la que hay más puestos vacíos para, una vez acabados los trabajos, mover a los comerciantes hacia el espacio nuevo para abordar el resto del proyecto.

La remodelación supondrá resolver un problema de filtraciones y humedades arrastrada desde hace 12 años. Hace seis se apuntaló todo el sótano para evitar desprendimientos provocados por las goteras procedentes de los puestos y las cámaras de la planta superior.

En cuanto al proyecto, se formalizó en abril del año pasado por 494.338 euros y un plazo de ejecución de 16 meses para impermeabilizar el suelo de la planta baja y acabar con las humedades. Además, abordará la limpieza, preparación, reparación y refuerzo de las armaduras con láminas de fibra de carbono. El sótano se habilitará como centro cívico, con aulas y despachos para agrupaciones vecinales.

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