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La vida de Ángel Martín (Barcelona, 1977) ha dado numerosas vueltas. De tocar la fama con programas de éxito como 'Sé lo que hicisteis' o Paramount Comedy, a saber lo que es el infierno de verdad tras sufrir un brote psicótico en 2017 del que dice estar ya recuperado. Todo ello le ha permitido sumar experiencias a esa mochila llamada vida en la que ha explotado su faceta como escritor con la publicación de 'Detrás del ruido: Todo lo que aprendí para rehacerme por completo y mantener la cordura» y 'Por si las voces vuelven' -que presentó en Salamanca-. Dos años y medio después, regresa este viernes a partir de las 21.00 horas a la capital charra para presentar 'Punto para locos' en el Palacio de Congresos.
Dos libros publicados y continúa recorriendo España con sus espectáculos tras el brote que padeció en 2017, ¿en qué punto de su vida se encuentra en la actualidad?
-Estoy muy tranquilo. Básicamente centrado en la comedia y las palabras, que es a lo dedico parte de mi tiempo.
En la presentación de 'Por si las voces vuelven' en Salamanca en el año 2022 comentaba que estaba reconstruyéndose. ¿Está uno ya curado del todo o eso no ocurrirá nunca?
-En el momento en el que publico ese libro, lo hago porque mi cabeza está en un estado muchísimo mejor. No me atrevería jamás a contarle a alguien qué es lo que he hecho yo para salir de un brote psicótico si tuviera la sensación de que no estoy bien. No me atrevería a hacer eso. Creo que las cosas se superan y reconfiguras tu vida en base a eso, pero no se instalan miedos, ya que no tiene mucho sentido. Lo que ha sucedido ha sucedido y, ahora, seguimos adelante. Es como cualquier otra experiencia que hayas podido tener en tu vida; no hay más.
Dicen que la soledad es la peor enfermedad del siglo XXI. ¿Echó en falta a alguien en esos momentos?
-No, no echas de menos. Lo que sientes es la extrañeza de cuando sales del Hospital, porque algunas de las personas que estaban cuando te han ingresado, al salir no entiendes nada y das por sentado que estará la gente que cuando entraste en el centro médico. Cuando sales, no es tanto echar de menos, sino que no entiendes muy bien porqué hay gente que no está. Eso con el tiempo te da absolutamente igual y de lo que te lamentas es de haber malgastado energía en la gente que se fue en lugar de invertirla en pensar en los que se han quedado contigo.
En esta ocasión vuelve a Salamanca como cómico. El que es humorista muere humorista…
-Creo que todos mis proyectos incluyen la comedia. Si echo la vista atrás, no hay ningún proyecto en el que me haya embarcado que no tenga comedia -monólogos, programas de televisión, libros, píldoras de Internet-. Siempre ha estado muy presente. Todo ello no ha sido de forma voluntaria. Poco a poco, por lo que sea, me he dado cuenta que la combinación de comedia y palabras me apasiona.
Si pegó un 'boom' fue con el programa 'Sé lo que hicisteis'. Volvió el Gran Prix, vuelve Aída… ¿Hay alguna posibilidad de un regreso?
-No sé si tendría cabida. El formato en sí no, ya que el mundo del corazón actual no tiene nada que ver como el que conocíamos hace más de una década. Por aquel entonces eran programas de televisión que 'forzaban' a gente a pertenecer a ese mundo: les perseguían sin su consentimiento, les grababan sin permiso, etc. Eso ahora no existe. Ahora mismo este tipo de programas se retroalimentan entre ellos y ni siquiera sé si quedan programas del corazón. No creo que alquien se esté planteando que vuelva el programa. Hicieron como una especie de reencuentro hace cerca de tres años para unas campanadas, pero dudo que a alguien se le pase por la cabeza esto.
¿Tendría espacio ese humor disruptivo que hacían en los tiempos que corren?
-Hay ejemplos claros como 'La Revuelta' que hacen un tipo de humor muy similar al que hacíamos. Es el equivalente a hace 15 años; creo que hemos pasado todos por tres vidas.
¿Cómo presentamos su monólogo 'Punto para los locos'?
-Es un monólogo en el que lo que pretendo es ir más allá. Hasta el momento había escrito con la intención de que la gente salga del teatro con la sensación de 'me he reído mucho'. Con este nuevo espectáculo la intención es, obviamente la misma, pero además me apetece tratar de descubrir si se puede salir del teatro con la sensación de decir 'me han dado dos o tres herramientas que quizás no tenía tan claro que me podrían venir bien en el momento en el que estoy'.
Viene al Palacio de Congresos este viernes 1 de noviembre y todavía quedan entradas a la venta, ¿qué le diría a los indecisos?
-Que no vengan
¿Qué no vayan?
-A falta de pocos días si no sabes si te apetece o no te apetece, no te apetece. Es lo mejor. Soy muy poco partidario de intentar convencer a gente y a animarla a hacer cosas. A estas alturas del partido es muy fácil ver el tipo de contenido y de espectáculo que hace alguien. Es como un concierto realmente; no tienes dudas de si quieres ver a un músico o no. Hoy en día tenemos la gran suerte de que podemos echar un vistazo en Internet para ver el tipo de comedia que hace la gente. Si existen dudas, casi te diría que mejor no. Usa esa noche para ver una peli buena.
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