El plan de desescalada de la pandemia arrancó oficialmente en mayo de 2020. No sé si se acuerdan de aquel eterno listado de restricciones en qué rezábamos que descendiera la incidencia para que quitaran el precinto de los lugares que suponían un riesgo para la sanidad pública. El último parte oficial de la Junta en 2025 refleja que la tasa de incidencia en mayores de 60 años es de 0 casos diagnosticados por coronavirus en la provincia de Salamanca. Y, sin embargo, la administración estatal sigue anclada en la urgencia por razones de salud pública para no atender a los ciudadanos sin cita previa. Falta la cinta roja y blanca que garantice los 2 metros entre los funcionarios y los ciudadanos para cronificar la distopía de la pandemia hasta el final de los tiempos. Todo lo que no sea evitar y eliminar la cita previa en las administraciones supone una verdadera anormalidad. Hoy volveré a mirar la incidencia para saber si puedo renovar mi DNI.
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