El amor prohibido entre una madame y Rafael Farina que suena a 'Vino Amargo'

«Había muchas clases de bares de alterne. Los había con señoritas más costosas y otras que tenían precios más asequibles. El 90% de las chicas que vivían en el barrio eran señoritas de compañía. Había algunas que tenían pocos clientes, no caían en gracia y no podían ni comer porque tenían que pagar la habitación», explica Tomás, un salmantino que trabajó en la carnicería de la calle Ancha en los año 50 durante una década.

El carnicero residió en la calle Cervantes en esa etapa de su vida, en pleno proceso de crianza de sus hijos: «No era un barrio conflictivo. Todo el mundo sabía lo que había ahí, pero nadie se propasaba con las chicas. Había mucho respeto, el que quería algo lo tenía que pagar. La gente se quería con locura y era muy cercana, iban a las tiendas en zapatillas y las chicas daban trucos a las vecinas jóvenes para no quedarse embarazadas».

La figura de Rafael Farina fue muy importante en el boom del barrio Chino salmantino en esos años: «Había mucho flamenco. Farina vivió en la calle Sierpes y creció cantando allí, pero no era el mejor. Tenía un hermano que se llamaba Angelito que era un portento. El patio interior de la carnicería daba con el patio de 'La Margot' y cuando venía Farina a cantar me invitaban», explica Tomás a este periódico.

Respecto al cariño que 'La Margot' profesaba por el Farina, Tomás desmiente el rumor de que fuesen amantes: «Ella era la madrina de Farina y él le dedicó la canción de Vino Amargo. Para ella era como su hijo, su amparo, era de todos menos su querida. La Margot nunca se llegó a acostar con El Farina», aclara.

Según Tomás, El Casablanca, Florida, el Bar Sol y Serrano eran los locales para las personas con mayor poder adquisitivo. «Llegaban en taxi y les paraban directamente en el bar o en la casa de la chica. De madrugada, veías a los taxis de irse. He llegado a ver en este barrio a señores de Salamanca de alta alcurnia que sorprende», afirma. Tomás también hace hincapié en la importancia que tuvo la zona en esos años. «Este era el segundo barrio Chino más famoso de España después de Barcelona. Solo cerraba en Semana Santa, cuando el 'Padre Putas' trasladaba a las chicas al otro lado del Tormes», afirma.

LAS MADAMES SALMANTINAS ERAN FIGURAS CONOCIDAS

Entre los años 1940-1945, el histórico barrio chino de Salamanca vivió la época de mayor esplendor. Las madames administraban los dineros de la gente de las minas, como las famosas: 'Margot', 'La Peque', y 'La Petra' y la famosa 'Dolores Campos', que después con el nombre de ´La Mara', fue la reina del sexo y desenfreno en aquellos años.

RAFAEL FARINA Y EL BARRIO CHINO

El famoso cantaor salmantino Rafael Farina comenzó su carrera con apenas seis años cantando por los bares del barrio Chino acompañado de su hermano mayor, más conocido como el «Calderas de Salamanca». Ambos sobrevivían de la voluntad de los clientes. Una estatua de Farina de Agustín Casillas en la Vaguada de la Palma recuerda su vínculo especial con la zona.

SE DENOMINÓ A SALAMANCA 'LA PEQUEÑA PARÍS'

Se llegó a denominar a Salamanca 'Roma La Chica' por sus monumentos, 'La Atenas Castellana' por el saber de su Universidad y 'La pequeña París' por la abundancia y calidad de sus burdeles.

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