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Domingo, 24 de abril 2022, 21:34
Con la experiencia de una primera legislatura convulsa por la pandemia, la crisis y los choques con sus socios de Ciudadanos; interrumpida por la amenaza de una moción de censura y la convocatoria anticipada de elecciones, Alfonso Fernández Mañueco afronta un segundo mandato como presidente de la Junta con mucha más seguridad y aplomo. Se ha ido despojando de los prejuicios y los miedos a un acuerdo con Vox, un partido satanizado por la izquierda. Es el primero de estas características que se suscribe en España, pero no será el último porque los de Abascal ya no quieren apoyos externos, ahora intentan formar parte de los gobiernos. El presidente de la Junta desvela, en la primera entrevista que concede a un medio de comunicación desde su toma de posesión, cuáles son las diferencias y cuáles los puntos de encuentro de un Gobierno de coalición cuestionado ya antes de empezar a gestionar.
BLOQUE 1
–Castilla y león ha sido pionera en un Gobierno de coalición con Vox, ¿cree que marcará el camino para el resto de comunidades, ayuntamientos e, incluso, para el Gobierno de España si se adelantaran las elecciones?
–El futuro no está escrito. El PP es un partido de mayorías. Siempre sale a ganar y quiere gobernar en solitario. Es verdad que en Castilla y León nos dieron la victoria, pero también nos dijeron los electores que teníamos que realizar grandes acuerdos, un pacto de estabilidad y lo que hemos hecho el PP y Vox es discutir, negociar, elaborar un programa de progreso y de futuro. Yo creo que nadie puede poner pegas a ese programa. Yo me siento muy orgulloso porque creo que va a permitir, desde luego, afrontar los retos que tenemos en estos momentos, pero lo que pueda ocurrir en otras elecciones autonómicas, municipales y generales depende de los electores.
–Es el Gobierno más demonizado de la historia de la democracia, ¿por qué cree que se pone tanto la lupa en Vox y no se hace con Bildu o con los golpistas con los que pacta el PSOE?
–El Gobierno de Castilla y León tiene una semana y el primer día ya hemos aprobado un plan de medidas ante la crisis del que todo el mundo puede sentirse orgulloso y satisfecho. El Gobierno de España, el de Pedro Sánchez, es el que más ha recortado derechos sociales y económicos de las últimas décadas. Ha estado varios meses cruzado de brazos ante la situación económica que precedió a la pandemia, que ha sido agravada por ésta y mucho más por la guerra de Ucrania. Bueno, pues hemos tenido que esperar varios meses para que el presidente tomara medidas y además han sido insuficientes. Pactó con los presidentes autonómicos que bajaba los impuestos y no lo ha hecho. Por tanto, yo creo que lo importante es que se juzgue a los gobiernos por lo que hacemos. Se nos está diciendo de todo y tan solo llevamos una semana. No es normal en una democracia.
–¿Son conscientes ambos socios de que van a tener la lupa encima continuamente?
–Sí. Estas eran unas elecciones que iban de Castilla y León, de los problemas de Castilla y León, de la crisis económica, de crear empleo, de afrontar el futuro de los agricultores y ganaderos. En fin, de todas estas cuestiones. Yo sé que hay otros líderes políticos y otras fuerzas políticas que han estado más preocupados de hacer política nacional. Pero también somos conscientes de que lo que aquí está ocurriendo va a ser un reflejo en toda España. Estamos escribiendo unas páginas en la historia de Castilla y León que pueden servir para otros territorios, para otras comunidades autónomas y en otros ámbitos. Eso lo decidirán las personas que tendrán que votar en los futuros procesos electorales.
–¿A eso se refería en su discurso de toma de posesión cuando dijo que iba a poner a Castilla y León de moda?
–Me refería a que Castilla y León es una tierra con muchísima historia, con muchísimo presente y con muchísimo más futuro. Y hemos demostrado que somos una comunidad autónoma histórica. En el término político de la expresión, todo el mundo ha estado pendiente de qué es lo que ocurría, de qué es lo que hacíamos y de qué es lo que pasaba en nuestra comunidad. Todo el mundo ha estado pendiente de nosotros y hemos sido capaces de realizar un proceso electoral modélico. Todos aquellos que hablan mal de Castilla y León se llevaron un chasco aquella noche electoral. El Partido Popular ganó las elecciones y los votantes nos pidieron que hubiera diálogo. Y es lo que he hecho: dialogar y llegar a un acuerdo con Vox. Hemos negociado un programa que vamos a ejecutar con seriedad, con solidez y con sentido común.
–Ha cambiado a Francisco Igea por Juan García-Gallardo, ¿se entenderá mejor con el actual vicepresidente que ha tenido claro desde el principio a su socio, porque al hoy procurador de Ciudadanos prácticamente le obligaron a pactar con el PP?
–Bueno entenderse con Francisco Igea es complejo. Los que le conocen saben que es algo que no es fácil. Con Juan García-Gallardo la relación que hemos teniendo todas estas semanas ha sido agradable en lo personal. En lo político lógicamente tenemos nuestras diferencias y nuestras discrepancias, y lo primero que hemos hecho los dos es asumir esas diferencias, esa distinta forma de concebir la política. Y cuando uno asume eso, pero lo deja aparcado a un lado para entender que por encima de nosotros y de nuestras formaciones políticas está Castilla y León y España, no hay problema. En el acuerdo que hemos firmado lo único que veo son ventajas para Castilla y León y por cierto, también ventajas para España, porque lo que es bueno para Castilla y León es bueno también para España.
–¿Cuáles son las mayores discrepancias con sus socios y en qué coinciden?
–Bueno, es verdad que Vox ha dicho que quiere modificar la Constitución, pero dentro del cauce y de los parámetros establecidos dentro de la propia Constitución española, es decir, de respeto a la Carta Magna y de respeto al Estatuto de Autonomía de Castilla y León. Por cierto, en el primer párrafo del acuerdo dice precisamente eso: Con respecto a la Constitución y al Estatuto de Autonomía de Castilla y León.
–Todos han jurado sus cargos ante la Constitución y el Estatuto.
–Sí, claro. Han jurado cumplir fielmente sus obligaciones, con lealtad al Rey y guardar y hacer guardar la Constitución y el Estatuto de Autonomía. Pero cada uno, lógicamente, tiene su programa y cuando tienes los votos para cumplir tu programa puedes llevarlo a cabo, pero en este caso es el PP quien ha ganado las elecciones y es quien dirige el Gobierno. Aunque es verdad que hay unas políticas que tendremos que desarrollar de común acuerdo. Lo decía antes, el comprender las diferencias de las dos fuerzas políticas nos va a permitir entendernos mucho mejor, sabiendo que hay cosas en las que no vamos a coincidir. Yo claramente tengo un compromiso. Es más, no solo un compromiso, sino que creo en la España de las autonomías. Creo que el Estado de las Autonomías, a pesar de todo lo que se diga, ha servido para gestionar con mayor eficacia y también para acercar el poder político y las decisiones que hay que tomar a las personas que votan. Creo que eso nos permite que haya un control más efectivo y una gestión más cercana y más eficaz para las personas. Podemos poner el ejemplo de la sanidad, de la educación, de los servicios sociales o del transporte por carretera. Podría enumerar así muchos servicios en los que se gana en eficacia o también las competencias de agricultura y ganadería. Estoy convencido de que sin la eficaz gestión, sin el compromiso de la sociedad, de la comunidad educativa en el ámbito educativo, sin el compromiso de los profesores, de los padres, de los estudiantes, de los trabajadores, de la Consejería de Educación y de la voluntad política del Gobierno no tendríamos la excelencia en el ámbito educativo también.
–El jueves aprobaron un paquete de medidas para paliar la situación económica de muchos sectores y personas de Castilla y León, ¿hubiera sido posible sin las autonomías, porque el Gobierno se niega a bajar impuestos?
–Ya hemos visto que no. Pedro Sánchez se comprometió en la reunión de presidentes autonómicos de La Palma a hacerlo y no lo ha hecho. Pero, además, las comunidades autónomas en su conjunto, en el ámbito de la pandemia o en el ámbito de la recuperación económica y social hemos hecho más por España que el Gobierno de Sánchez, y yo creo que este es un ejemplo. El primer día de actuación de este gobierno hemos tomado medidas anticrisis. A la vez que estábamos negociando el programa, se estaban resolviendo otras cuestiones más internas del acuerdo con Vox. Estábamos trabajando para que el primer día de Gobierno hubiera un plan, un paquete de medidas para apostar por la recuperación económica y social.
BLOQUE 2
–Con la mano en el corazón, ¿le dolió que no asistiera Feijóo?
–Pues no. ¿Qué es lo que se exige de los responsables públicos?, que estemos trabajando y en estos momentos la prioridad número uno de los españoles es la situación económica. El presidente Feijóo lo que estaba haciendo era trabajar para presentar una propuesta al Gobierno de España para la recuperación y la reactivación de la economía. Una propuesta muy seria, muy sólida. Yo lo había hablado con él. La gente podrá decir lo que quiera, pero a mí me parecía lo lógico y lo razonable.
–¿Y cómo es su relación con el actual equipo de Génova 13? Porque con el anterior era más bien mala...
–Digamos que era manifiestamente mejorable. Con el actual equipo es muy buena.
–¿Cómo se lleva con Alberto Núñez Feijóo?
–Muy bien en lo personal y en lo político. Me ha ayudado en momentos críticos de mi vida política, ha estado siempre pendiente de mí, en la moción de censura y durante la campaña electoral. Sólo puedo decir que del Congreso de Sevilla me vine muy contento porque fui buscando un líder para mi partido y lo encontré y fui buscando un presidente para el Gobierno de mi país y estoy convencido de que Feijóo será presidente del Gobierno de mi país cuanto antes.
–Tampoco acudió su buen amigo Juanma Moreno, ¿le sorprendió?
–No, en la primera toma de posesión sí estuvo. Ahora no pudo venir porque el martes tenía Consejo de Gobierno. Por tanto, yo no le doy más importancia, de verdad. Tampoco pudo venir el presidente de Murcia ni el presidente de Ceuta. Estaban invitados todos los presidentes autonómicos y yo me sentí muy arropado por el Partido Popular. Vino la secretaria nacional y portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Cuca Gamarra, el vicesecretario de Política Autonómica, Pedro Rollán, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y varios presidentes regionales del partido, algunos habían sido presidentes autonómicos como Monago, y otros que lo serán como el de Castilla La Mancha, Asturias, Cantabria, País Vasco, Cataluña, La Rioja o Navarra. Y estuvo alguien muy importante y muy querido en Castilla y León y en España, el presidente Mariano Rajoy. Me llevé una gran satisfacción. Ya me acompañó hace tres años, pero me llevé una gran satisfacción cuando entró en solitario en el hemiciclo y la gente le recibió con un aplauso muy cariñoso.
–¿Echó en falta a alguien, por ejemplo, a José María Aznar?
–No. José María Aznar nunca ha estado. Por cierto, recordaba Juan Vicente Herrera que en sus cinco tomas de posesión nunca había estado el presidente del PP. Yo eché de menos a los seres queridos. A mis familiares que por unos motivos o por otros ya no están con nosotros o por otras circunstancias no pudieron estar conmigo.
–La frase de la jornada la pronunció la presidenta de la Comunidad de Madrid, que dijo que en los próximos cuatro años Castilla y León será “socialismo free”
–Si, efectivamente. La presidenta Ayuso ha tenido dos tomas de posesión: en agosto del 2019 y en junio del año pasado y en las dos he estado con ella. Yo le agradezco de corazón que estuviera conmigo. Por cierto, también fue recibida con un aplauso muy cariñoso.
–Es la primera política que ha dado normalidad a un acuerdo con Vox.
–Sí, sí, efectivamente. Ella no tiene un gobierno de coalición, pero tiene que pactar con Vox para sacar adelante los temas y no ha pasado absolutamente nada. Yo lo que pido es que se nos juzgue por el programa y por lo que hacemos, no por lo que dicen de nosotros.
–¿Ha pensado ya en su futuro personal cuando acabe esta legislatura que ha dicho que va a agotar?
–La legislatura pasada no se agotó por culpa de otras personas que están en otras formaciones políticas. Mi intención siempre es cumplir el compromiso con los electores y mi intención es cumplir esta legislatura.
–Me refiero a qué le gustaría hacer cuando deje de ser presidente de la Junta, ¿el Congreso, el Senado...?
–No me atraen ni el Congreso ni el Senado. ¿Quién sabe qué pasará mañana?
–¿Le recomendaría a alguna de sus hijas que entraran en política, aunque son muy políticas?
–Mi mujer y yo hemos educado a nuestras hijas para que tomen las decisiones que consideren más adecuadas y si deciden entrar en política, yo las apoyaré y ellas saben perfectamente las alegrías y los sinsabores que lleva la política. La están viviendo todos los días. Saben que la política exige una vocación de servicio, pero que también tiene momentos que te llenan de satisfacción cuando eres capaz de sacar cuestiones adelante o impulsar proyectos importantes.
BLOQUE 3
–La “okupación” sin duda es un problema, pero ¿qué competencias tiene la Comunidad para luchar contra la ocupación ilegal de una propiedad, como se comprometió en su discurso de investidura?
–La competencia es asesoramiento gratuito a todas aquellas víctimas del fenómeno de la ocupación. Vamos a estar a su lado para darles el asesoramiento jurídico a aquellos que lo necesiten. Lógicamente es un tema de relevancia penal y en eso quien tiene la competencia es el Congreso de los Diputados, el Gobierno de España. Pero nosotros vamos a estar al lado de las víctimas para asesorarles y si es necesario prestar la colaboración llevando los asuntos a juicio. Para todo lo que sea necesario estaremos a su lado.
–Es decir, ¿si yo soy una persona afectada por la ocupación ilegal de mi vivienda, la Junta me asesorará de forma gratuita en el tema legal?
–Efectivamente.
–Una de las exigencias de Vox es una normativa en materia de concordia. ¿En qué va a consistir?
–Lo que queremos hacer es actuar en dos aspectos: por un lado, aquellos que han sufrido en cualquier momento por cuestiones ideológicas un proceso de violencia, estaremos con ellos y aquellas familias que no saben dónde tienen enterrados a sus seres queridos o que saben que están en una cuneta y hay que desenterrarlos, vamos a estar con ellos. Pero lo que queremos también es ser capaces de aprender del pasado. Nos tenemos que dar cuenta de que la historia tiene que ser para los historiadores y no se puede reescribir. Y desde luego para lo que no puede servir la historia es para generar un enfrentamiento de futuro. Estar mirando permanentemente por el retrovisor no nos permite dirigir un coche. Tenemos que mirar hacia adelante en cualquier cuestión de la vida. Queremos mirar hacia adelante desde la concordia, desde el entendimiento, desde el diálogo. Yo lo que hago es trasladar una y otra vez ese mensaje frente a aquellos que atacan a este Gobierno antes de que hubiera tomado decisiones. Es un Gobierno que viene a trabajar por todos. Se ha asumido el acuerdo con Vox con naturalidad en la sociedad y es lo que les pido a los dirigentes políticos y sociales que hacen estas declaraciones altisonantes y agresivas.
–Fue rotundo en su investidura al asegurar que se va a mantener la Ley de Lucha contra la Violencia de Género, ¿en qué va a consistir entonces la Ley contra la Violencia Intrafamiliar que se ha comprometido con sus socios a empezar la tramitación antes del 31 de julio?
–Este Gobierno está y estará siempre del lado de las víctimas, sean víctimas de violencia de género, sean víctimas ideológicas, víctimas del terrorismo o de cualquier otro tipo. Castilla y León fue de las pioneras en luchar contra la violencia de género y no habrá un paso atrás por mucho ruido que haga la izquierda. Pero lo que queremos también es amparar a víctimas de otro tipo de violencia que existe en el ámbito familiar. Hemos visto ejemplos recientemente de un chaval que había asesinado a sus padres. Tenemos que proteger a la parte débil y vulnerable que pueden ser mayores, menores o personas con discapacidad. Nosotros ya tenemos un plan de violencia en el ámbito doméstico que se aprobó en el año 2019 y que habla no menos de una docena de ocasiones de la violencia intrafamiliar. Lo que vamos a hacer es elevarlo a rango de Ley para proteger más a esas víctimas de esa violencia que también existe en nuestra sociedad. No sé por qué la gente entiende que eso es una eliminación o restricción de derechos si lo que estamos haciendo es incrementar los derechos a quienes están sufriendo. Aquí parece que solo hay una forma de pensar que es la mía, es decir, la de la izquierda y todo lo demás, es mentira. No, hay vida inteligente fuera de la izquierda. Incluso se podría decir que hay vida bastante más inteligente fuera de la izquierda que en la propia izquierda “sanchista” que nos está representando en estos momentos.
–El jueves aprobaron un paquete de medidas anticrisis y beneficios fiscales especialmente dirigidos al mundo rural, a lo que se llama ahora la España vaciada, pero ¿cómo se va a querer asentar población aquí si, por ejemplo, el Gobierno ha dejado a Salamanca con tres frecuencias del tren rápido a Madrid y algunos billetes cuestan hasta 90 euros la ida y vuelta?
–El debate de la despoblación requiere la concurrencia de todas las administraciones: el Gobierno de España, las autonomías y Europa. Tenemos que debatir y reflexionar qué modelo de país queremos. ¿Queremos un modelo de país donde solo haya grandes ciudades y grandes polos empresariales o queremos un modelo de país donde haya actividad y población en todo el territorio? El problema de Salamanca con el tren no es de infraestructuras. Tenemos las tres carreteras nacionales convertidas en autovía. También contamos, gracias a Ana Pastor cuando fue ministra de Fomento, con comunicación por tren rápido con Madrid. Lo que necesitamos son más frecuencias, más servicios. Y ese es un problema que he hablado en varias ocasiones con la ministra y a mí me ha garantizado que de aquí al verano se incrementarán para que, al menos, haya las mismas que antes de que estallara la pandemia, aunque hay que seguir peleando por la quinta frecuencia ferroviaria. En la reivindicación y en la defensa de los intereses de Salamanca y de Castilla y León voy a estar siempre, igual que lo hice cuando fui alcalde de la ciudad.
–¿Qué le pareció que la mayoría de la oposición no asistiera el martes a su toma de posesión?
–Se define por sí solo. Primero de democracia es dar la mano al que piensa de manera distinta. Primero de democracia significa entender la posición del otro. Primero de democracia requiere estar presente, aunque no te paguen las dietas, en un acto de esta naturaleza, porque era uno de los actos más importantes que tenían los parlamentarios autonómicos.
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