Es la última oportunidad para que el proyecto de recuperación de la Ruta de la Plata no pierda definitivamente el tren de la financiación europea y no quede postergado 'sine die'. En los próximos dos meses en Bruselas se fijará el horizonte para restablecer la línea de ferrocarril Plasencia-Astorga, clave para las comunicaciones de Salamanca hacia el norte y el sur de la Península. Puede ser en un máximo de 17 años o relegarse una década más. Ante ello, el regidor de Salamanca, Carlos García Carbayo, comenzó este lunes a tejer una unión de alcaldes del área de influencia para emprender una acción coordinada de presión al Gobierno de España. Junto a otros regidores del trazado, se lanza a 'pilotar' las reivindicaciones para exigir a Pedro Sánchez, que, coincidiendo con la Presidencia de turno de la UE, logre que la línea de ferrocarril cerrada en 1985 y desmantelada posteriormente se recupere antes de 2040. El calendario de actuaciones concretas, aseguró ayer a este periódico, «lo daremos a conocer próximamente». Se desmarcó, sin embargo, de las concentraciones que la plataforma en defensa de la Ruta de la Plata está promoviendo para el próximo 28 de octubre en las ciudades clave del trazado, como son Astorga, Plasencia y Salamanca. Acto reivindicativo al que los presidentes de la Cámara de Comercio y de la Diputación de Salamanca, y alcaldes comos los de Béjar y Sorihuela han manifestado su apoyo.
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Si bien los regidores leoneses, con el de Astorga a la cabeza, fueron los primeros en mostrar su respaldo a la iniciativa de convocar concentraciones en todo el trazado de la desaparecida línea Plasencia-Astorga, el primer edil de Salamanca se decantó ayer por una estrategia distinta. «La recuperación del tren de la Ruta de la Plata es un proyecto fundamental para el desarrollo de Salamanca, especialmente para la expansión logística que está viviendo la ciudad», remarcó Carbayo apostando por una acción coordinada en la que sean los alcaldes los que tomen el liderazgo. «Siempre he insistido en que la recuperación de la frecuencia arrebatada del tren rápido a Madrid, la electrificación de la vía férrea hasta la frontera para que lleguen las mercancías de los puertos portugueses al Puerto Seco y el tren de la Ruta de la Plata, son tres pilares que harían que Salamanca diera un salto cualitativo y cuantitativo. Pero necesitamos una respuesta clara del Gobierno de España, que desde que está presidido por Pedro Sánchez solo ha acumulado incumplimientos, retrasos y ninguneos hacia esta tierra», aseguró.
En paralelo, la platafoma ciudadana en defensa de la Ruta de la Plata sigue adelante con las concentraciones del 28-O para exigir que se agilice su reapertura. Participará en ella la Cámara de Comercio, una de las impulsoras del manifiesto de marzo de 2022 exigiendo la reapertura del corredor oeste ferroviario, según confirmó ayer su presidente, Benjamín Crespo, quien animó al resto de instituciones salmantinas a unirse a la reclamación de esta infraestructura «fundamental para el ecosistema empresarial de la provincia». También el presidente de la Diputación, Javier Iglesias, mostró su apoyo a todo acto reivindicativo para exigir la mejora de las conexiones ferroviarias de la provincia.
«Es una oportunidad fantástica. Todos los partidos de Europa han dicho que sí a incluir la Ruta de la Plata en la red básica ampliada. No se entendería que en estos momentos el Gobierno maniobrara para quitar la preferencia que se ha dado a esta vía», aseguraba ayer Iglesias incidiendo en que Salamanca sería una de las grandes beneficiadas por esta infraestructura, que daría aún más impulso al Puerto Seco y la zona logística. En la misma línea, Crespo apunta que se trata de un corredor clave para el transporte de mercancías y «lo más importante es que no se deje pasar el tiempo sin hacer nada». De hecho, el alcalde de Béjar, Luis Francisco Martín, apunta que si el horizonte que se fija es 2050 es probable que sea ya demasiado tarde. Remarca que no se puede supeditar la infraestructura a la rentabilidad económica, porque es un asunto de «voluntad política», de impulsar una infraestructura que ayude al desarrollo de la España vaciada.
¿Por qué ahora?
¿Cuál es el motivo de que a la plataforma en defensa de la recuperación del Corredor Oeste, así como a los ayuntamientos y la Cámara, le hayan entrado las prisas por reivindicar la reapertura de la Ruta de la Plata en las calles de las principales ciudades afectadas? El motivo principal es que en los próximos dos meses se decidirá si esta infraestructura se incluye en la red básica ampliada de la Red Transeuropea de Transporte (TEN-T) o se mantiene en la de carácter global. Más allá de la denominación, la diferencia es de una década de retraso en su ejecución. Por ello, con las concentraciones que se están preparando para el 28-O o la acción coordinada que prepara el alcalde de Salamanca se quiere reclamar al Gobierno de Pedro Sánchez que haga todo lo posible para que este proyecto no quede relegado a 2050.
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Todo parte del acuerdo unánime que el eurodiputado del PP Pablo Arias logró en el Parlamento Europeo. La pasada primavera consiguió que todos los partidos políticos respaldasen una enmienda para que el tramo Astorga-Plasencia pasase a ser red básica ampliada y, por tanto, se fije el reto de ejecutarla en menos de 17 años. Esto no solo acortaría en una década el horizonte que había fijado el Gobierno de Pedro Sánchez, sino que confiere al proyecto para la recuperación de una infraestructura que actualmente se encuentra desmantelada un acceso preferente a los fondos europeos del mecanismo «Conecting Europe».
A finales de 2021, la Comisión Europea eliminó de la TEN-T la conexión ferroviaria Plasencia-Astorga. Aunque el argumento para suprimirla del mapa de comunicaciones fue que se hacía a petición del Gobierno de España, el Ejecutivo de Sánchez envió una carta a las instituciones europeas negando que hubiese solicitado esa exclusión. El pasado diciembre, el Consejo de Ministros de Transportes de la UE dio su visto bueno a reincorporar este trayecto. Así, un año después pasó a formar parte de la red global de esta estrategia, es decir, para su ejecución en 2050. Sin embargo, la enmienda aprobada por unanimidad en abril en el Parlamento Europeo acotaría ese horizonte a 2040. Sin embargo, este organismo no tiene potestad para decidir por si solo, solo puede realizar enmiendas para corregir errores e incongruencias detectadas en el mapa de comunicaciones. Hasta diciembre aproximadamente se celebran «trílogos», negociación a tres bandas entre miembros del Parlamento, la Comisión Europea y del Consejo, para definir la estrategia definitiva de infraestructuras para los próximos años. Ese documento establecerá si se atiende la enmienda del Parlamento Europeo y se fija 2040 como horizonte para la recuperación de Ruta de la Plata o se relega la reapertura del corredor otros diez años más.
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Ante esta decisión, la plataforma ciudadana entiende que es el momento de que «la voz la tomen los ayuntamientos». Su portavoz, José María Alonso, explica que deben ser los consistorios los que lideren a partir de ahora el movimiento y generen un grupo de trabajo para que el proyecto no quede relegado. De la misma opinión es el presidente de la Cámara de Comercio, Benjamín Crespo, quien mantiene que la recuperación del corredor Plasencia-Astorga «afecta al 100% de los ciudadanos de Salamanca, sean del signo que sean». «Por ello, deben ser los ayuntamientos los que tomen la riendas y presionen al Gobierno para que agilice el proyecto», añade.
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