«Los poderes públicos realizarán una política de previsión, tratamiento, rehabilitación e integración de los disminuidos físicos, sensoriales y psíquicos, a los que prestarán la atención especializada que requieran y ampararán especialmente para el disfrute de los derechos que este Título otorga a todos los ciudadanos».
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Así rezaba el artículo 49 de la Constitución Española, en el que se hacía alusión a las personas que sufren una discapacidad. 'Rezaba' porque, a partir de mañana, este término desaparecerá de la Carta Magna con el objetivo de señalar que «los poderes públicos deben realizar las políticas necesarias para garantizar la plena autonomía personal y la inclusión social de las personas con discapacidad» gracias a que el PSOE y el Partido Popular han conseguido ponerse de acuerdo para que se apruebe su reescritura en el Congreso de los Diputados tras coincidir en que había llegado el momento de hacer que se deje de utilizar un término peyorativo para referirse a un colectivo que, a día de hoy, sigue luchando por su plena integración social.
Algunas asociaciones de Salamanca como ASPACE, Asprodes, Aviva y Salud Mental Salamanca han valorado para LA GACETA esta reforma constitucional, impulsada por el Comité de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) en 2018 junto al apoyo de la entonces vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, y que, lejos de pasar desapercibida, ha supuesto un hito para el asociacionismo de la discapacidad, logrando un imposible al reunir el consenso de los distintos grupos parlamentarios.
«Las personas con discapacidad necesitan que se entiendan las dificultades con las que se topan y requieren de unos apoyos para que se produzca la integración social que están buscando», aseguran algunos de los presidentes de las muchas asociaciones que, en la capital del Tormes, abanderan la lucha de este colectivo.
La presidenta de Asprodes en Salamanca, Inmaculada Lorenzo, reconoce que la Carta Magna no es un libro fácil de cambiar y agradece este cambio, pese a que ha tardado en llegar. «Es importante que todo el mundo conozca que la gente con discapacidad prefiere que se refieran a ella como 'personas con discapacidad'», asegura.
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El presidente de ASPACE Salamanca, Jesús-Alberto Martín, recalca que las personas discapacitadas necesitan «accesibilidad física, accesibilidad cognitiva, accesibilidad sensorial y accesibilidad comunicativa» y pide a las instituciones que «las asociaciones sean más escuchadas para facilitar esta accesibilidad universal».
El presidente de Aviva Salamanca, Miguel Ángel Benito, asegura que la palabra 'Disminuido' es «un término que debería haber desaparecido hace mucho». «Las personas con discapacidad no son disminuidas», afirma asegurando que «hay que facilitar el acceso físico, el acceso social y la participación de todo el mundo».
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Paulino García, miembro de la junta directiva de Salud Mental Salamanca, lleva mucho tiempo «harto» de que a las personas discapacitadas se les llame 'locos', 'imbéciles' o 'subnormales'. «Las instituciones nos echan poca mano. Estamos luchando por la igualdad, pero avanzamos a pasos muy pequeños», sentencia.
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