Adif derribará un puente en Chamberí en un mes y el de Saavedra y Fajardo, en 2025

Obras vinculadas a la electrificación de la línea férrea entre Salamanca y Fuentes de Oñoro en la calle Mayor de Chamberí han obligado esta semana a desviar la ruta habitual de los autobuses urbanos de la línea 5. Se trata de los trabajos que Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) ha acometido de forma previa al derribo del cercano puente de la calle Cordel de Merinas de Chamberí, situado a escasos metros de este punto, y cuyas obras está previsto que comiencen a finales de octubre o principios de noviembre, según ha podido saber este periódico.

Después de más de cuatro años de espera, Adif retoma las obras de adecuación de gálibos de los pasos superiores de la vía. Paralizadas en verano de 2020, tras llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento de la capital para introducir modificaciones urbanísticas, el ente público ya ha fijado para su plantilla dos turnos diarios de trabajo, incluidos sábados y domingos, de cara al inminente comienzo de estas obras. Según apuntan fuentes cercanas al proyecto, a finales de octubre o principios de noviembre esta previsto tirar abajo el puente sobre la vía situado en la calle Cordel de Merinas, con el objetivo de elevar la altura de la plataforma superior para que permita sin problema el paso de un tren enganchado a la catenaria, algo que con la estructura actual no sería posible. Un mes es el tiempo que se estima que estará cortada la circulación por esta intervención que conllevará el ensanchamiento del paso para poder dotar la calle superior de carril bici en ambos sentidos, así como habilitar unas aceras más anchas

Dado que hasta diciembre no concluirán los trabajos en Cordel de Merinas, en el calendario de Adif no entra actuar ya hasta 2025 en la avenida de Saavedra y Fajardo. En esta también es necesario demoler el puente sobre la vía a Portugal, una estructura de mayor envergadura y cuyo cierre a la circulación tendrá un mayor impacto al tratarse del acceso sur a la capital del Tormes, la entrada desde la antigua carretera nacional N-630, desde Cáceres.

A principios del próximo año se procederá a derribar este puente, situado junto a la Comandancia de la Guardia Civil. En el mismo punto se levantará una estructura de mayor altura para permitir la instalación de la línea electrificada, pero también de mayor longitud que permita ensanchar el tramo de la avenida que se encuentra sobre ella. De esta forma, frente a los tres carriles actuales —dos de entrada a la ciudad y uno de salida—, pasará a tener cuatro, dos para cada sentido de circulación. Además, se podrá incorporar un carril bici de doble sentido.

Con este calendario, la empresa pública da la razón a los comités de empresa de Renfe y Adif, que el pasado julio aseguraron que era «inviable» el compromiso adoptado por el comisionado del Gobierno español para el Corredor Atlántico, José Antonio Sebastián. Aseguró que la electrificación hasta la frontera hispanolusa estaría concluida a principios de 2025. Dado que esa es la fecha prevista para emprender el derribo del puente de Saavedra y Fajardo y la construcción del nuevo paso elevado se alargará durante varios meses, es evidente que el proyecto no estará concluido a comienzos del próximo año.

Las obras de adecuación de gálibos, que debían haber acabado en enero de 2021 conforme al plazo fijado en el contrato inicial, estaban pendientes de cambios que se empezaron a redactar en el verano de 2020. Si bien ese documento, en el que se recogen las obras pendientes en la avenida de Saavedra y Fajardo y la calle Cordel de Merinas de Chamberí, está aprobado desde antes del verano, hasta julio Adif no tuvo el visto bueno al impacto que estas modificaciones tienen en el presupuesto de ejecución. Una vez que todos los trámites se han superado, Adif ha organizado los calendarios de trabajo de su personal para agilizar todo lo posible estos trabajos.

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