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Actuación de Els Comediants en la Plaza Mayor, durante la cuenta atrás en enero hacia la inauguración de la Capitalidad Europea de la Cultura. ARCHIVO
2002, el año en que todo cambió en Salamanca

2002, el año en que todo cambió en Salamanca

Salamanca vivía, entre los nervios y la excitación, el estreno de su protagonismo europeo como Ciudad de la Cultura |Veinte años después, la Capitalidad se ve como una bonita fiesta que sembró la ciudad de unos recintos culturales que hoy ya tienen achaques

Miércoles, 12 de enero 2022, 19:36

Nada ha vuelto a ser como fue, pero quedó en el recuerdo como el año que la ciudad estalló como una explosión estelar y estuvo en nombre todos dentro y fuera de nuestras fronteras. Hace ahora dos décadas, justo en enero, Salamanca y los salmantinos se debatían entre los nervios y la excitación del artista antes de salir al escenario. El telón se levantó el día 19 y la fiesta no tuvo descanso hasta Nochevieja. Fue el 2002 un año inolvidable que impulsó la promoción turística de la capital y dejó un buen número de notables recintos culturales, que, sin embargo, no se han visto acompañados desde entonces por una programación, ni en cantidad ni calidad, a la altura de sus posibilidades.

La cuenta atrás comenzaba el 29 de mayo de 1998 con la designación de la ciudad como Capital Europea de la Cultura para 2002, compartida con Brujas. Era la baza del Gobierno de Aznar para ese año, al que también optaba Valencia. Era el segundo intento de Salamanca: diez años antes, el Madrid de Álvarez del Manzano se llevó la baza. La carrera para organizar la programación con inversiones contra el reloj culminó el 19 de enero con la inauguración en el Palacio de Congresos. Tres ministros, la titular del ramo Pilar del Castillo y los castellanos y leoneses Ángel Acebes y Juan José Lucas, respaldaban con su presencia el solemne acto cultural. Lola Herrera y Juan Echanove, entre otros destacados actores, evocaban la historia de Salamanca en la cultura en un montaje diseñado por Juan Mayorga y Helena Pimenta. Como colofón, una brillante actuación del Coro y Orquesta Nacionales de España. Los 1.100 invitados lo agradecieron con cinco minutos de aplausos.

La historia del 2002 en Salamanca ha quedado en nuestra memoria como una película de todos aquellos momentos de los que pudimos ser testigos. Hubo muchos: más de 1.101 actos que atrajeron a dos millones de asistentes. El Ayuntamiento de Salamanca, la Diputación provincial, la Junta, el Estado, Caja Duero y la Universidad de Salamanca unieron fuerzas en el Consorcio Salamanca 2002 y, con Enrique Cabero al timón, lograron llevar una enorme oferta de propuestas culturales por todos rincones de la ciudad, bajo el moderno cielo de Salamanca diseñado por Ferrán Cartés, que fue el logotipo del evento.

Conciertos como el de Van Morrison en mayo, con casi 8.000 espectadores en La Glorieta y la exposición de Auguste Rodin con esculturas en Santo Domingo y el Patio de Escuelas Menores durante el primer trimestre quedaron grabados especialmente en el recuerdo de los salmantinos. Pero la lista de estrellas de talla mundial que pasaron por Salamanca, sin embargo, es interminable: Montserrat Caballé, Oasis, B.B. King, Radiohead, Patti Smith, The Waterboys, Status Quo, Suede, Franco Batiatto, Fito Páez, Enrique Morente... Todos los gustos musicales estuvieron representados.

Lo mismo sucedió en las artes escénicas con la presencia de orquestas, compañías teatrales y de danza de primer nivel. Medio centenar de exposiciones, cine, publicaciones, congresos... Salamanca fue un hervidero de propuestas culturales salpicadas de otros eventos relevantes como la cumbre europea de ministros de Cultura, que se celebró en marzo, o iniciativas turísticas relevantes que han perdurado hasta hoy, como la apertura de las catedrales en el itinerario ‘Ieronimus’.

Precisamente el turismo fue gran beneficiado de la luz que desprendió Salamanca en el exterior. La ciudad recibió 150.000 visitantes más que el año anterior y se contabilizaron 1,4 millones de pernoctaciones. En conjunto, los turistas que nos visitaron dejaron 576 millones de euros.

Finalizado este año mágico, el Ayuntamiento se esforzó en ofrecer en 2003 una programación potente. Pero con la salvedad de 2005 en la conmemoración del aniversario de la Plaza Mayor, nada ha sido lo mismo. El 2002 dejó en herencia notables recintos como el CAEM, el Multiusos Sánchez Paraiso, el DA2 y el renovado Teatro Liceo, Pero el declive económico con la pérdida de la entidad financiera local, el impacto de la crisis de 2008 y los efectos de la pandemia han lastrado el desarrollo cultural de la ciudad. Queda, eso sí, el recuerdo lúcido de aquel año inolvidable.

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