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Este jueves, 31 de agosto, se cumplirán 150 años desde que el Boletín de Cruz Roja Española denominado ‘La Caridad en la Guerra’ publicaba el acta de fundación de la Asamblea Provincial de Salamanca. Era la primera piedra de la organización humanitaria que había nacido una década antes tras la visión del humanista Jean Henry Dunant de la cruenta guerra de Francia y el Piamonte frente a los austriacos.
La primera misión está dirigida a atender a los heridos de los conflictos bélicos. En el caso de Salamanca, las atenciones fueron hacia los soldados repatriados que llegaban a la estación de tren y eran recibidos con sopa, leche, café, vino y bizcochos en una caseta instalada en los andenes.
¿Quiénes integraban el primer pilar de Cruz Roja? En sus comienzos la actividad y la asistencia de los heridos recayó en las mujeres que estaban organizadas en la junta de señoras, pertenecientes a la alta sociedad salmantina, que los asistían junto a la ayuda de sanitarios, recaudaba fondos y recogían materiales. De las guerras, se pasó al impacto de las enfermedades y las epidemias como el cólera o el terremoto de Andalucía que obligaron a extender la acción humanitaria a la población civil, más allá de los conflictos bélicos.
Tras impulsar la Reina Victoria Eugenia el Cuerpo de Enfermeras Profesionales, en Salamanca también comienzan a formarse las primeras damas enfermeras que reciben clases del doctor José Bustos en la calle Palominos. Entre las primeras damas estaban Casilda Alonso, Paulina Caperán, Celia González de Esperabé, Sofía Garnacho, María Íscar o Adela Peyra. Si hasta entonces las reuniones debían hacerse en la casa del presidente y las camillas, la incidencia de la tuberculosis y la gripe hizo necesario la creación de un dispensario y un puesto de socorro: pasaría por la plaza de Gabriel y Galán, el Ateneo, la Cuesta de Sancti Spíritus hasta instalarse en 1922 en la plaza de San Benito.
“En el palacio de la Cruz Roja, callada, abnegadamente, se lucha a brazo partido contra la tuberculosis, contra el cáncer, el paludismo, la avariosis, arrancando vidas de las garras de estas plagas sociales”, relata Antonio Calama, secretario de la Asamblea de Cruz Roja en la revista ‘Salamanca y sus costumbres’ en 1928.
Desde los años 60 a 80, la acción de Cruz Roja va más dirigida a la atención de accidentes y emergencias, así como a la formación en primeros auxilios y cursos de socorrismo gratuito para atender en los momentos iniciales de un accidente. Son los años en que se empiezan a instalar los puestos de socorro en las carreteras con las brigadas voluntarias. Fue en los años 90 cuando se inaugura una nueva sede provincial en los bajos de la plaza de San Vicente con una atención a colectivos vulnerables: drogas, cárceles, barrios marginales, personas sin hogar, infancia, discapacidad. La preocupación por el consumo de heroína y dramas familiares llevó a crear un Centro de Atención a Drogodependientes; o la atención a la infancia con guarderías en Santa Marta que visitaron en 2011 los entonces príncipes Felipe y Letizia. La última demostración de compromiso llegó con las crisis económicas de 2008 que dejó a muchas familias sin recursos y la pandemia del coronavirus que obligó a la organización a readaptarse a las circunstancias.
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