Un maniquí, conectado a un equipo de ventilación no invasiva.

Casi 10.000 salmantinos necesitan ayudas respiratorias en su domicilio

La mayoría de las terapias prescritas en la provincia son para tratar la apnea del sueño. Sacyl licita un nuevo contrato por tres años y gastará9,8 millones solo en Salamanca

Javier Hernández

Salamanca

Domingo, 31 de marzo 2024, 14:23

Casi 10.000 salmantinos viven 'conectados' al oxígeno en sus propios domicilios debido a diferentes enfermedades que le originan insuficiencia respiratoria.

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La Gerencia Regional de Salud ha licitado recientemente el nuevo contrato de terapias respiratorias a domicilio para los próximos años, que va a suponer un desembolso de 66 millones para toda la Comunidad, y 9,8 millones en el caso concreto de Salamanca.

Pocas sensaciones son tan angustiosas como la de sentir que no se puede respirar, y se trata de un mal que crece año tras año. La estadística que maneja Sacyl apunta que cada año se suman 2.000 pacientes más a este tipo de terapias: en 2012 había 32.000 enfermos y en el informe de 2022 figuraban casi 55.000.

La jefa del servicio de Neumología, Rosa Cordovilla, detalla que la prescripción de este tipo de terapias depende casi siempre de su departamento, aunque otros especialistas hospitalarios también están habilitados para ofertarlos.

«En Salamanca tenemos cerca de 6.000 personas con prescripción de CEPAP, que son las máquinas utilizadas para tratar la apena del sueño», apunta la doctora Cordovilla, que también hace alusión a los «dispositivos de avance mandibular» como una alternativa para abrir la vía área durante las noches.

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Otras 2.000 personas estarían recibiendo en sus hogares oxígeno en sus distintas modalidades -con concentrador portátil u oxígeno líquido- que permiten deambular y salir a la calle: cerca de 1.700 reciben el óxigeno normal y unos 350 utilizan el portátil, según los datos de 2022, que son inferiores a los de este año.

Otra de las terapias más utilizadas son los «aerosoles que se emplean para recibir el antibiótico inhalado». Se trata de equipos de alto flujo, ultrasónicos, convencionales o electrónicos que se indican en muchos de casos de fibrosis quística y que llega a más de 350 hogares salmantinos.

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No son los únicos tratamientos. También se recurre al BIPAP -para disneas y problemas de ventilación- o los aspiradores de secreciones que son imprescindibles para enfermos de ELA -y similares-, que no tienen capacidad para expulsar las secreciones por sí mismos.

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