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Bando de espátulas en el azud de Riolobos. FOTOS: MIGUEL RODRÍGUEZ
Vuelo desde Holanda a Cespedosa

Vuelo desde Holanda a Cespedosa

El azud de Riolobos es, en estos días, uno de los lugares privilegiados que sirven de punto de descanso y avituallamiento de las espátulas en su búsqueda de tierras cálidas

Jorge Holguera Illera

El Campo de Peñaranda

Domingo, 13 de octubre 2024, 17:51

Este sábado, se celebraba el Día Mundial de las Aves Migratorias, una efemérides que se conmemora dos veces al año, es decir, cada segundo sábado de octubre y cada segundo sábado de mayo.

Y es que Salamanca es una provincia que se puede sentir privilegiada en este sentido por contar con visitantes destacados que, cada año, eligen estas tierras como punto de parada, descanso y avituallamiento en sus largos viajes de norte a sur y de sur a norte, en busca de tierras más cálidas para pasar los fríos días de invierno.

En estas fechas, destaca la presencia de las espátulas, «un ave zancuda, con las patas largas y que tiene el pico, como dice su nombre en forma de espátula», describe el ornitólogo, amante de la naturaleza y de las aves Miguel Rodríguez. «Con ese pico, que es muy especial, es capaz de hacer unos filtrados en el agua recoge pequeños organismos en el agua, que es con lo que se alimenta», explica. Por esta razón, eligen láminas de agua como los embalses.

Imagen principal - Vuelo desde Holanda a Cespedosa
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Una de las formas que los ornitólogos tienen de estudiar a estas aves es el anillamiento y otros utensilios. Gracias a estos instrumentos, se sabe que, en estos días, desde el pasado 3 de octubre, se encuentra en el embalse de Santa Teresa, concretamente en el término municipal de Cespedosa de Tormes, una espátula radiomarcada que está ayudando a conocer más exactamente la forma de vida de estas aves. Nació en las Islas Frisias, en la costa occidental Europea, desde donde «ha ido volando por la costa de Francia y entró en España por Bilbao», detalla Miguel Rodríguez. Se prevé que continúe su ruta migratoria camino a África.

«El azud de Riolobos es una de las zonas de parada más importantes de España», anota Miguel Rodríguez. En este embalse artificial, creado para hacer posible los canales de La Armuña, en estos días se puede contemplar la presencia de espátula común o europea. Están de paso, pero pueden permanecer en el embalse una o dos semanas.

«Son aves típicas de las zonas más frías de Europa», ya que la mayoría proceden de los Países Bajos, pero también las hay de Dinamarca o Alemania. Los días más fríos los pasan en África, principalmente en el Golfo de Guinea. Este periodo de migración se extiende desde finales de agosto hasta octubre. Se desconoce el número de aves que lo realizan, pero Miguel Rodríguez dice que pueden ser incluso miles y que, en el embalse, quizá puedan llegar a coincidir 400. También se las puede ver en otras lagunas o láminas de agua de la provincia.

Las espátulas volverán por la provincia de Salamanca entre enero y mayo aunque el pico de paso será en marzo.

En otoño, el número de aves es mayor porque «van con ellas un montón de jóvenes del año, de los cuales no todos podrán sobrevivir», explica el ornitólogo.

Estas aves migran de día y, cuando ven un punto de agua, bajan y permanecen dentro para alimentarse. «Son aves muy acuáticas», destaca.

Las espátulas suelen nacer en los Países Bajos. No obstante, se han detectado ocho parejas que crían en la provincia de Salamanca, tienen sus nidos, muy similares a los de cigüeñas, algo más pequeños y los hacen en árboles cerca de zonas húmedas».

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