Vitigudino y el fervor del Corpus desfilan por las calles

Los actos del Corpus Christi de este jueves en la localidad de Vitigudino, cumplieron con las expectativas y dejaron para el recuerdo imágenes que permanecerán en la memoria de todos los vecinos que salieron a la calle para acompañar el desfile por el centro urbano del Santísimo Sacramento. Una mañana calurosa, no solo por las altas temperaturas, que incluso dejaron un pequeño susto al final de la procesión con el mareo de una de las mayordomas, también por el fervor y pasión de los vitigudinenses en esta festividad tan arraigada en el corazón de la villa charra.

La misa abrió los actos litúrgicos de la mañana de Corpus, con una iglesia de San Nicolás de Bari repleta y la presencia de dos niños y seis niñas con sus trajes de comunión, además de las autoridades pertinentes, entre ellas el alcalde municipal Javier Muñiz. Tras la celebración religiosa, cerca de las 13:00 horas, con el sol como testigo, el cortejo salió del templo para recorrer la alfombra de tomillo que marcaba el itinerario hasta los altares que esperaban con inquietud, y algún retoque de última hora, la llegada de la imagen dorada del Corpus Christi bajo el palio, así como del resto de acompañantes de la procesión.

Los niños y niñas de comunión se colocaron a los lados de las alfombras en ambas paradas, en donde se hizo una oración. En el primero, para pedir la paz en el mundo, tanto en Ucrania como en Israel, mientras que en el segundo se hizo por todos los recién nacidos en este año en el mundo, sirviendo de ejemplo dos bebés locales, de dos y cuatro meses respectivamente, que estaban al pie del altar. Al finalizar cada una de las bendiciones, una lluvia de pétalos caía sobre el Santísimo Sacramento antes de volver a retomar su camino por las angostas calles.

El cortejo procesional, al que se fueron uniendo más vecinos en el avance del mismo, después de las dos paradas inició el camino de regreso a la iglesia de San Nicolás de Bari y, por ende, al centro de la localidad de Vitigudino al son que marcaba el tamborilero que anunciaba la llegada del Corpus. Una vez de vuelta en templo, terminó la procesión de este año 2024 con la satisfacción de mantener viva la tradición, la pasión y la dedicación por esta fiesta, siendo los altares el claro ejemplo de la entrega de los vitigudinenses.

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