Villar de Peralonso vive la fiesta de la matanza

Una apacible mañana de sábado ha sido el marco en que se ha llevado a cabo la matanza tradicional de Villar de Peralonso. Una cita incluida dentro del circuito que promueve la Diputación de Salamanca en diversos municipios durante los meses arraigados a la matanza tradicional.

El protagonista, como no podía ser de otra manera, fue el cerdo. Un ejemplar de unos 120 kilos de peso, que permitió mostrar a los más pequeños este proceso tal y como hacían generaciones anteriores de esta localidad, comenzando con el chamuscado, aunque en Villar de Peralonso se usó un soplete en vez del manto de escobas que suele ser característico.

Posteriormente llegó el despiece del marrano, donde un grupo de afanados matanceros, con presteza y precisión quirúrgica, procedieron a separar las diferentes partes. Todas ellas se pusieron a secar, mientras que la casquería se lavó para que las mujeres trabajaran como ellas, una tarea que tradicionalmente ha correspondido realizar a ellas.

Como buena fiesta que se precie, no faltó el sonido de la flauta y tamboril charros, interpretados por el tamborilero David Vicente, ataviado con su capa. El maestro de ceremonias explicó con detalle a los presentes cada uno de los procesos que se desarrollaban, comparándolo con cómo se hace actualmente el despiece y conservación de la carne del cerdo, mientras que las pastas y el aguardiente regaron la mañana.

Una degustación de los productos de la matanza asados a la lumbre sirvió de antesala de un almuerzo típico matancero que hizo las delicias de los vecinos del pueblo.

Los Detalles

Descubrir el peso del cerdo en arrobas

Uno de los momentos más curiosos de todo el ciclo de matanzas llega cuando el maestro de ceremonias anima a los presentes a acertar el peso del animal en arrobas, medida de peso que se usaba antiguamente. En esta ocasión la respuesta fue de casi 11 arrobas, que equivalen a los 120 kilos de peso del marrano.

un pequeño tamborilero en acción

La tradición de la flauta y el tamboril tiene futuro en Villar de Peralonso, con un pequeño tamborilero que estuvo durante la mañana con su propio tambor y una improvisada flauta realizada sobre una botella de plástico pequeña.

Una tradición que se mantiene viva

El alcalde del municipio, Teófilo Vicente, agradecía a los vecinos que han participado en esta matanza ya que «es importante para los pueblos que este tipo de actividades y fiestas se mantengan vivas y tengan relevo generacional», señaló.

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