La Gaceta
Jueves, 21 de noviembre 2024, 12:18
El curso solar y las actividades campesinas han deparado siempre numerosos motes o sobrenombres a la población. Se trata de historias que se van pasando de generación en generación hasta llegar a duras penas hasta la actualidad.
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Por suerte, hay obras como la de José Luis Puerto, 'Leyendas de tradición oral en la provincia de Salamanca', en donde se hace un repaso muy exhaustivo de cómo han ido sobreviviendo esta bonita tradición oral salmantina.
Un claro ejemplo es el de los revelaos, apodo que se llevaron los vecinos de Rágama, según contó en 2016 en este libro un vecino de la localidad como Juan Manuel Pescador Vergara. «Aquí nos llamaban los revelaos. Hace muchos años se llevaba el trigo a Medina. Y por la mañana íbamos en busca la salida el sol y por la tarde veníamos en busca de que no se metiera el sol. Y nos llamaban los revelaos por eso, a este pueblo. Por la cosa de que siempre íbamos en busca el sol: por la mañana, antes de salir; y, por la tarde, 'pa' no dejarle marchar», explicaba Juan Manuel Pescador.
Hay que recordar que entre la localidad salmantina de Rágama y Medina del Campo hay una distancia de unos 40 kilómetros que ahora se cubren en poco menos de media hora pero en el pasado había que dedicar casi un día entero a ir y venir como hacían los revelaos.
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