Este verano siente el encanto de La Armuña en la localidad de Torresmenudas

A veinte kilómetros de la capital se encuentra la localidad de Torresmenudas, un lugar ideal para vivir por su tranquilidad, contar con servicios de calidad, cercanía con la naturaleza y patrimonio. Además, sus vecinos apuestan por recordar y valorar las labores tradicionales. Durante los últimos tiempos, han incorporado al municipio esculturas muy ligadas a las labores que se han llevado a cabo en el municipio a lo largo de la historia: agricultura y ganadería. Muchas de ellas representan a lugareños, antepasados, bueyes y otros animales de carga.

Uno de los principales atractivos de Torresmenudas reside en la capacidad de sus gentes para trasmitir alegría a los visitantes y mantener viva la esencia de décadas y décadas de trabajo, un legado que también transmiten a las nuevas generaciones.

Torresmenudas se convierte en un lugar cargado de historia y simbolismo, que sin duda, no te arrepentirás de visitar. Fundado durante la repoblación efectuada por los reyes de León en la Edad Media, quedó integrado en la jurisdicción de Ledesma, dentro del Reino de León.

Según cuenta la leyenda, Torresmenudas era utilizado como una segunda línea de defensa de la capital salmantina y en su municipio se situaban diferentes torres, almenas y atalayas, todas ellas sencillas, sin ser de grandes dimensiones, de ahí el nombre de Torresmudas.

A lo largo del término municipal están presentes distintos vestigios arqueológicos que denotan que estuvo poblado desde tiempos ancestrales, siendo el de más relevancia un poblado datado de la edad del bronce y que se encuentra en el paraje denominado Teso del Cuerno, limítrofe entre los términos de Torresmenudas y Forfoleda.

Para ensalzar las labores tradicionales y la figura de los antepasados del pueblo, el Consistorio ha inaugurado nuevos espacios de interés turístico. El primero, ubicado en la calle Claudio Romero, contempla dos figuras silueteadas recortadas en varias piezas de metal, creadas por el escultor local José Luis Olivera, para representar a hombres y mujeres trabajadores del campo.

Por otro lado, está la escultura mural «Carros y arados» y el espacio llamado «Norias y cigüeños». Buscan rendir homenaje a las labores rurales con las que los antepasados de Torresmenudas sacaron sus tierras adelante y representan unos elementos que existieron y que todos los vecinos conocen.

Entre sus tesoros arquitectónicos, podrás encontrar la iglesia de San Román Mártir, cuya portada románica también data del siglo XII. La portada ha sido motivo de numerosos estudios y análisis ya que cuenta con dos arcos concéntricos a medio punto, lleno de relieves caprichosos y variadísimos. Su torre es posterior y data del siglo XVII.

La iglesia tiene, como más relevantes, la talla de San Román y la talla románica de la Virgen de la Paz. La parroquia, que fue declarada Bien de Interés Cultural el 6 de mayo de 1993, ha pasado a lo largo de su historia por varios incidentes graves que han llevado incluso a que se derrumbara y tuvieran que reconstruirla, aunque el más reciente se produjo en 1949, cuando un incendio casi la destruyó por completo. Según la historia tan sólo se salvó del gravísimo siniestro la imagen de la patrona, la Virgen de la Paz ya que, en aquel momento, no estaba en el interior del templo, sino que se encontraba en un edificio anexo.

Además, la fuente de Val de la Ermita también es uno de los lugares más emblemáticos del municipio, el principal punto de encuentro de vecinos y curiosos. Por otra parte, la cantidad de senderos con los que cuenta permiten disfrutar de la natural y del turismo rural. Gran cantidad de rutas senderistas comunican el municipio con otros cercanos como Aldearrodrigo.

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