Un día para rendir tributo a la Virgen en San Martín de Castañar

Tras dos días de fiesta ininterrumpida los vecinos del municipio serrano de San Martín del Castañar llegaban ayer al ecuador de las celebraciones que cada mes de agosto se hacen en honor a la Visitación de la Virgen María a Santa Isabel. A los oriundos del pueblo todavía les quedan por delante dos jornadas festivas, aunque ninguna tan solemne e impregnada de sentimiento como la que tuvo lugar ayer.

La iglesia de San Martín del Castañar se convirtió al mediodía en un hervidero humano con cientos de vecinos presenciando la eucaristía que se celebró en honor a la Virgen. Más de una hora tardaron los devotos en salir del templo para acompañar a la imagen sagrada en procesión por las calles del pueblo con esporádicas paradas para que los danzarines locales bailaran ante ella.

En la plaza de San Martín esperaba una pequeña talla de Santa Isabel, aunque el protagonismo y los honores fueron para la Virgen María que recibió las ofrendas de los vecinos que se acercaron por riguroso orden en compañía del tamborilero local, Iker Martín.

Una vez que todos los sanmartinejos rindieron pleitesía ante la talla de María, entraron en escena los jóvenes bailarines locales para realizar su ofertorio y ejecutar posteriormente los bailes más tradicionales y arraigados de la Sierra.

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