Tres encierros a caballo en uno en Barruecopardo

La emoción estuvo servida esta mañana en el encierro a caballo de las Fiestas del Toro de Barruecopardo, en honor al Santísimo Cristo de las Mercedes. Los cuatro novillos de Valrubio y Valdeflores demostraron su bravura y rebeldía cuando, al llegar a la altura del inicio del trazado asfaltado, se desviaron provocando inquietud, gritos y sorpresa entre el público asistente, así como momentos de tensión entre los numerosos caballistas que participaban.

Poco después de que el chupinazo anunciara el comienzo del encierro, caballos, cabestros y ganado bravo llegaban a este punto junto a un mozo que, al desviarse de la trayectoria por una bifurcación sin salida, provocó la persecución de los novillos, que no dudaron en seguirle y finalmente dar al vuelta, no sin que antes el novillo jabonero demostrara su bravura embistiendo una de las vallas que había en esa zona.

La lluvia no cesó ni un solo instante, pero el público, amante de la fiesta, permaneció impasible aunque aterido, arropado por los paraguas y expectantes por el desenlace de tan inesperado suceso. Después de tranquilizar a los novillos tuvo lugar un segundo intento, y previamente varios vehículos todo terreno se apresuraron a formar una barrera en la zona en la que se había producido el desvío de los astados anteriormente, evitando así que, por inercia, repitieran la jugada.

Sin embargo, no todos los novillos completaron por fin el trayecto hasta la plaza de toros. El jabonero volvió a ser protagonista, y más tarde cabestros y caballistas tuvieron que regresar, esta vez después de haber encerrado, triunfalmente, al resto.

Aunque las intensas precipitaciones amenazaban el evento, nada pudo impedir la celebración de este esperado encierro a caballo por los valles de Mata Zacedo, El Viñadero, Leonardo y, para finalizar, la calle Carreros, aunque pocos jóvenes, a causa de la lluvia, se lanzaron al recorrido para correr desde el inicio hasta el final.

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