La tiktoker 'salmantina' que arrasa con 2,4 millones de seguidores: «No concibo un verano sin ir al pueblo»

«Mi familia por parte de madre es de El Tornadizo. Es mi pueblo, he veraneado siempre y tengo mi grupo de amigos. Es lo que yo considero mi pueblo. Voy bastante aunque desde que me dedico a las redes voy menos. Antes, como mucho, pasaba dos meses sin ir. Voy en verano, luego a las fiestas, incluso a las de enero, y me encanta. También a las de Linares, a las de San Miguel; he hecho grupo y vamos a las fiestas de todos los pueblos. La zona es preciosa y estuve en el puente de mayo la última vez. Fue una visita exprés pero recargas las pilas», señala la joven, que profesionalmente se dedica a la arquitectura aunque, desde que destaca en las redes, dedica apenas un 10% de su actividad a ello y el resto a las redes por lo que se puede decir que es ahora su medio de vida.

«Empecé a hacer contenido en la pandemia. Tuve que dejar de trabajar y de ir a visitar las obras. Empecé a hacer vídeos para salir de la cama, estaba como deprimida y no encontraba motivación. Hice un Tik Tok actuando, no con mi voz, y lo pasé muy bien. Un día se me ocurrió hablar y lo vieron 30.000 personas cuando yo tenía dos seguidores, luego hice otros y lo vieron 200.000. Poco a poco fui subiendo aunque no tenía la sensación de llegar a nadie al estar en casa encerrada en la pandemia. Al salir a la calle y que la gente te reconociera no sabía cómo reaccionar. Fue por septiembre de 2020 cuando me lo dijeron y fue un golpe de realidad y la primera foto que me pidieron, más tarde, fue en Linares y no me lo creía», relata. Y es que, aunque no vive en el pueblo, también en El Tornadizo ha grabado alguno de sus vídeos: «Grabo por el jardín, con ropa de mis abuelos... Tiene mucho potencial».

Pese a que sis vídeos los han llegado a ver millones de personas, confiesa, «nunca deja de sorprenderme; me llama la atención que alguien te diga algo sobre tu vida, sobre los stories que subes. Me hace ilusión, pero no deja de sorprenderme». Su trabajo a día de hoy son las redes, pero ha hecho también alguna incursión en el mundo de los monólogos: «Me gusta mucho, pero es bastante duro. Me genera estrés porque me queda mucho por aprender, pero me gustaría y creo que también actuar».