Un tesoro con cinco arcos y calzada romana: El Puente Mocho

La caminata hasta el Puente Mocho es una de las más tradicionales y reconocidas en la localidad de Ledesma, puesto que se puede hacer con bastante facilidad.

Para llegar hasta el puente hay que salir de Ledesma en dirección hacia Almeida de Sayago por la SA-311 y apenas a unos trescientos metros a la derecha de la carretera sale el camino hasta el paraje e incluso hay una indicación con cartelería. En este punto se puede dejar el coche para hacer luego el recorrido de cerca de dos kilómetros y medio a pie hasta el punto en el que se encuentra el puente.

Además de encinas centenarias, en los poco más de dos kilómetros y medio que llevan hasta el puente los senderistas encuentran también otras especies vegetales como espliego, escoba y tomillo. Entre la fauna se pueden avistar ejemplares de zorro, conejo, buitre leonado, milano negro cernícalo y cigüeña negra.

La zona de dehesa por la que discurre el camino es otro de los principales atractivos, ya que es una ruta de baja dificultad con lo que las familias con niños integran buena parte de sus usuarios.

Las tareas para incentivar las visitas hasta este paraje supusieron por parte del Consistorio, hace pocos años, la retirada de la vegetación invasiva que estaba enraizando entre los sillares del puente, así como una limpieza de los alrededores del monumento y otras tareas de mantenimiento del entorno de este destacado tesoro ledesmino cuya restauración principal se llevó a cabo en 2011.

El puente fue declarado BIC en el año 2000. Una puesta en valor que incluyó también la calzada romana «Bletisama Ocelo-Duri», un ramal de la Vía de la Plata que unía la villa ledesmina con la localidad zamorana de Fermoselle.

Las reparaciones realizadas en el puente, que cruza la ribera de Cañedo, consistieron en consolidar la estructura de dos de sus cinco arcos, y restaurar el pretil al que le faltaban numerosas piedras de mampostería, Además el espacio cuenta con varios paneles informativos como señalización turística del camino que lleva hasta el puente, un pequeño mirador y también está acondicionado el tramo desde la entrada a finca de «Las Aldehuelas» donde está ubicado, hasta el monumento del Puente Mocho.

El camino hasta este bello lugar es frecuentado durante todo el año por turistas, ledesminos y forasteros e inclusive acoge la tradicional merienda de Lunes y Martes de Aguas, donde numerosas personas acuden a disfrutar de la tradicional merienda campestre en medio de un paisaje en el que predominan los grandes roquedos graníticos, rodeados de encinas, carrascos y tomillares.

Además, para los aficionados a la bici este es un trazado muy asequible y es una de las cinco rutas que ofrece Ledesma a los aficionados a las dos ruedas y que puedan descargarse en los teléfonos móviles las aplicaciones digitales gratuitas, en formatos track y código QR, para poder circular por caminos y trialeras con la seguridad de que no se perderán ninguna de las emocionantes experiencias que propone cada una de las rutas.

Las georreferencias que ofrecen estos recursos, que se pueden almacenar en el sistema GPS, apenas tienen errores de tres metros y permiten almacenar información complementaria de cada una de las rutas.

Los cinco recorridos que en la actualidad ofrece el entorno de la villa ledesmina se han diseñado para promocionar esta práctica de ocio en el municipio.

La ruta más larga que se propone es la llamada «Del Tormes» que es de dificultad media, cuenta con un trazado de cuarenta kilómetros y discurre por las localidades de Juzbado, Almenara de Tormes, San Pelayo de Guareña y Ledesma.

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