Tensión y riesgo en el Toro de Cajón de Hinojosa de Duero

La localidad de Hinojosa de Duero ya se encuentra inmersa en los festejos en honor a San Juan Bautista. Un momento de reencuentro con aquellos que viven lejos de su pueblo y que en estos días regresan y llenan de ambiente festivo cada rincón del municipio y cada actos previsto en la agenda festiva.

Tras la apertura del viernes con el pregón, la elección de la reina y damas de las fiestas de 2024 y el homenaje a la enfermera Pilar Fernández Simón, a la Auxiliar Leonor Sánchez Saldaña y al Alguacil Manuel Hernández Bazán por su jubilación, el sábado dejaba el protagonismo a los primeros eventos taurinos dentro de la programación.

La matinal sabatina congregó a numeroso público en el recorrido urbano para el Toro de Cajón de este año. Un novillo, con buenas hechuras, de nombre Clientito y perteneciente a la ganadería de Barcial. Con algo de retraso sobre la hora de inicio prevista, que eran las 12:30 horas, la explosión del cohete marcó el arranque del festejo, con un buen puñado de mozos valientes diseminados por varios puntos del trazado.

Clientito, en un comienzo enérgico, ya dejó algún joven hiciera una limpia carrera delante de él, aunque el novillo llegó algo fatigado a la zona de la Plaza del Juego de Pelota, donde está instalado el coso taurino y los mozos tuvieron que insistir para que hiciera su primera entrada a la arena.

Ahí, el animal recibió varios muletazos y capotazos, antes de volver a iniciar la carrera hacia la parte inicial del encierro. A pesar de su imponente figura, el novillo mantuvo su nobleza, aunque en algún que otro momento generó tensión cuando quedó mirando hacia las agujas donde el público se refugiaba y aprovechaba para sacar una buenas fotos de este astado de la ganadería de Barcial.

Tras una segunda entrada en la plaza, se dio salida a los dos bueyes que servirían para acompañar al novillo, haciendo que los mozos tuvieran que estar aún mas atentos a los movimientos de la manada. Fue uno de los bueyes el causante del herido por asta que se registró en el encierro, cuando corneó en la parte posterior de la rodilla a un joven que estaba apoyado en el vallado, provocándole una herida por la que tuvo que ser trasladado al quirófano móvil y fue atendido ahí por el equipo médico.

El resultado de la cornada, de unos 6 centímetros, no revistió gravedad y la herida fue limpiada y suturada in situ, aunque se trasladó al joven por precaución al complejo sanitario de Salamanca. Un pequeño susto que no empañó el buen sabor de boca de esta cita.

Es una de las tradiciones más especiales de la provincia y cuyo origen remite al siglo XV, a la Salamanca feudal que pervive en el tiempo a través de los castillos que aún están en pie. Sin embargo, no es el caso de Hinojosa de Duero, cuyo castillo desapareció hace tiempo, pero que recuerda en cada San Juan la victoria del pueblo en su levantamiento contra el señor feudal que residía en él.

Durante el año 1441 tuvo lugar una revuelta popular contra el Alcaide de la fortaleza como consecuencia de la incautación de una serie de propiedades en las localidades de Villavieja de Yeltes y Bañobarez, al levantamiento inicial se sumaron los vecinos de Hinojosa, que asaltaron el castillo y consiguieron que este «tirano» huyera a tierras portuguesas tras ser derrotado por los que eran sus vasallos.

Generación tras generación, los vecinos de Hinojosa han «echado la bandera» en esta fechas del mes de junio para recordar esta victoria y liberación del pueblo. La bandera, portada por el abanderado en representación de los sublevados, se impone alabardero, cuya pica se asocia al poder del señor feudal, en una danza que despierta la emoción de los presentes.

En 2024, por primera vez, un grupo de once mujeres jóvenes de la localidad formarán parte del cuerpo de danzantes, en el que tradicionalmente siempre ha habido presencia masculina, que acompañarán a la abanderada y la alabardera el próximo lunes a las 11 horas.

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