![Sin pastoreo en las sierras de Béjar y Candelario hasta 2022](https://s2.ppllstatics.com/lagacetadesalamanca/www/multimedia/2021/01/29/fotos-20170126-0-1490523_1-2381434_20210129135303--1200x674.jpg)
![Sin pastoreo en las sierras de Béjar y Candelario hasta 2022](https://s2.ppllstatics.com/lagacetadesalamanca/www/multimedia/2021/01/29/fotos-20170126-0-1490523_1-2381434_20210129135303--1200x674.jpg)
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Viernes, 29 de enero 2021, 14:52
Fue a primera hora de la tarde, sobre las 15:00 horas, del 25 de enero de 2017 cuando bejaranos, candelarienses y vecinos de la comarca de Béjar y otras cercanas se percataron de las llamas que salían de la Sierra en una jornada de cielos despejados y buena visibilidad. ... El fuego comenzó en un foco y, pocos minutos después, aparecieron tres más en otras zonas.
Cuatro años después, la recuperación de la Sierra de Béjar y Candelario avanza lenta pero “bien” aunque “es un proceso lento”, asegura Ricardo Alonso del servicio territorial de Medio Ambiente. La recuperación del matorral es más rápida y con cuatro o cinco años es suficiente. El caso contrario son las zonas de pinar, que necesitan unos 15 años para recuperarse, explica Ricardo Alonso.
Desde el incendio hace cuatro años, la Junta de Castilla y León prohibe el pastoreo en la zona afectada por el fuego para favorecer la regeneración de la vegetación y evitar que “el ganado genere erosión” en esa zona de alta montaña con precipitaciones fuertes y una gran pendiente, comenta Alonso. Y así seguirá al menos un año más por lo que los ganaderos no podrán aprovechar los pastos de esa zona, al menos, 2022 cuando se estudiará levantar el acotamiento.
El incendio allí declarado afectó a cinco ganaderos que tenían arrendados terrenos para sus vacas en esa zona de la Sierra del sureste de Salamanca. Desde entonces, han tenido que buscar otras fincas en otros municipios como Navacarros e incluso en Extremadura para sus vacas y todo ello sin ninguna ayuda por parte de las administraciones, denuncian. El fuego perjudicó a los ganaderos pero, también, a los propietarios de los terrenos afectados que, desde 2017, no han podido arrendar las fincas para aprovechamiento ganadero con las consiguientes pérdidas económicas. A mayores, el incendio también ha impedido la práctica de la caza con el consiguiente perjuicio para los cazadores existentes en la comarca.
Práctica habitual hace años. Uno de los ganaderos afectados por el incendio recuerda que, siendo pequeño, en torno al mes de octubre con las primeras lluvias, se incendiaba la Sierra de Béjar y Candelario para controlar la vegetación. Décadas después, esas prácticas están totalmente prohibidas sin autorización expresa y, de hecho, días después del incendio en 2017, la Guardia Civil investigó para identificar a los autores y esclarecer las causas del fuego. Sí se supo entonces que el autor o autores del incendio conocían a la perfección el terreno porque prendieron en día sin lluvia y con el terreno muy seco en zonas con mal acceso, lo que evitó la entrada de los medios terrestres. La magnitud del incendio supuso un gran coste económico porque precisó la intervención de varios helicópteros y medios helitransportados junto con bomberos de Béjar y Guijuelo y agentes forestales y medioambientales.
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