Sieteiglesias de Tormes disfruta de la tercera edición de su matanza a pesar del frío y la lluvia

Más de doscientas cincuenta personas se han dado cita en la localidad de Sieteiglesias de Tormes para celebrar la tercera edición de la fiesta de la matanza, a pesar de que el tiempo no ha acompañado. Así, las celebraciones han comenzado a las diez de la mañana en las inmediaciones del frontón municipal con el encendido de la hoguera y la degustación de dulces típicos y aguardiente de la zona, en lo que se hacía tiempo para preparar los utensilios para despiezar el animal.

Una vez todo listo, David y Rubén, vecinos del municipio, se han encargado de las labores del despiece y lavado de las distintas partes del cerdo, que pesó en torno a los 160 kilos. Cada paso de este proceso ha sido explicado al público por el maestro de ceremonias, Chechu, que ha ido identificando cada una de las piezas del cochino en el despiece y los útiles que se han utilizado para ello.

Poco a poco, han ido acercándose hasta el emplazamiento vecinos de todas las edades y, así, los niños han podido ver de cerca cómo eran las piezas del cochino, tanto antes como después del despiece en la elaboración de la matanza, puesto que las carnes se exhibieron ante todos los asistentes.

La cita ha continuado el almuerzo matancero en el centro multiusos con una degustación de huevos con chorizo. Además, la localidad ha contado con un experto en cortar jamón para que los asistentes pudieran disfrutar de este rico manjar.

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