Sieteiglesias de Tormes celebra la matanza con un cerdo de 160 kilos

Conjugar las tradiciones más ancestrales, para que no se pierdan, con el futuro más esperanzador para la localidad, es lo que han conseguido los vecinos de Sieteiglesias de Tormes con la celebración de la matanza. Una cita que ha llenado de animación este sábado la zona del frontón y que ha estado marcada por la muestra de las labores matanceras tradicionales, haciendo partícipes de ellas a los más pequeños.

De esta forma, los vecinos han comenzado las actividades con el chamuscado del animal, que ha pesado alrededor de 160 kilos, y el reparto de mantecados, pastas y aguardiente. Para dar paso a la labores del despiece, que se han encargado Rubén de Arriba y David Vasallo.

Tras los primeros pasos, ha llegado la hora de llenar el estómago con el almuerzo, a base de un plato de chichas y huevo frito. Más tarde, los pequeños han podido seguir tomando nota de la tradición y han podido ver de cerca otras labores típicas del ritual matancero como la separación del magro, el picado de la carne y su posterior embuchado. Además, ha habido comida de hermandad para 250 personas y un concierto de flamenco.

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