![La senda de los «Mil Colores» que une tres pueblos en el corazón de la Sierra de Francia](https://s3.ppllstatics.com/lagacetadesalamanca/www/multimedia/2023/11/09/senda-kz3E-U101001273330ZJF-1200x840@Gaceta%20Salamanca.jpg)
![La senda de los «Mil Colores» que une tres pueblos en el corazón de la Sierra de Francia](https://s3.ppllstatics.com/lagacetadesalamanca/www/multimedia/2023/11/09/senda-kz3E-U101001273330ZJF-1200x840@Gaceta%20Salamanca.jpg)
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Los bosques de castaños, robles y madroños de la Sierra de la Francia son protagonistas estos días de otoño donde muchos senderistas recorren sus caminos en busca de desconexión.
Una de esas rutas que se adentra en el parque natural de Las Batuecas es ... la que une tres de los pueblos serranos más típicos, Cepeda, Herguijuela de la Sierra y Madroñal, a través de un paisaje de auténtico cuento. De hecho, algunos conocen esta senda como la de los «Mil Colores» por la variedad paisajística que ofrece a quienes se animan a descubrirla.
A lo largo de 10 kilómetros, muchos de ellos sobre una alfombra de hojas, la ruta puede iniciarse en cualquiera de las tres localidades al ser circular. Si se elige Cepeda, las primeras indicaciones se encuentran cercanas a su fuente románica, uno de los emblemas del pueblo junto al viejo olmo que preside su plaza mayor. El camino recorre un espectacular paraje con sorpresas, como el puente de la Dehesa, una recuerdo medieval que atraviesa el pequeño arroyo de San Pedro del Coso. El enclave destaca además por tener una de las alisedas más bonitas de la Sierra de Francia.
Siguiendo las indicaciones amarillas y blancas, el sendero continúa en dirección a Herguijuela de la Sierra, uno de los pueblos que mejor ha sabido proteger la tradición, como prueban sus típicas construcciones prácticamente intactas. Tras atravesar la localidad, la ruta sigue rumbo a Madroñal, donde los cerezos toman el protagonismo, junto a los huertos de los vecinos y las tierras de cultivo.
El regreso a Cepeda desde aquí vuelve a estar salpicado de robles, madroños y castaños en un paisaje típico de esta zona del parque natural de Las Batuecas.
La ruta de los «Mil Colores», que es dificultad baja, puede recorrerse en unas cuatro horas, incluso con niños. Todo el recorrido ha sido señalizado con las correspondientes bandas amarillas y blancas para que sea difícil perderse.
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