Los seis pueblos de la provincia que recurrieron a cisternas para paliar la sequía estival

A pesar de la intensa sequía que cada verano azota a numerosos pueblos de la provincia salmantina, tan solo seis localidades requirieron cisternas de la Diputación provincial por motivos de escasez de agua desde enero y hasta finales de agosto: La Sagrada, Casas del Conde, el barrio de La Rad, situado en Galindo y Perahuy, Membribe y Navagallega, Villanueva del Conde y Carrascalejo de Huebra.

Así, el término municipal de Carrascalejo de Huebra recurrió a un total de 20.500 litros; Villanueva del Conde se surtió de 24.000 litros de agua de cisterna, La Rad de 34.000 litros en total, Casa del Conde necesitó 12.000 litros y Membribe 26.000 litros, mientras que La Sagrada recibió 13.000 libros. Asimismo, la Mancomunidad Cabeza de Horno, que proporciona agua a más de un centenar de municipios, sufrió la sequía y consiguiente escasez de agua en algunos de sus núcleos poblacionales.

«Se notó sobre todo durante la época de fiestas de localidades grandes con más número de habitantes; el agua no llegaba a los pueblos», señala Teófilo Vicente, presidente de la mancomunidad que se surte del agua de la presa de la Almendra.

Pero no solo la sequía fue uno de los motivos para solicitar un suministro adicional a la Diputación: una contaminación por plaguicidas hasta mediados de agosto obligó a la institución a desplegar un suministro extra de agua potable para 39 municipios que se corresponden a 45 núcleos de población del noroeste de la provincia. Pero también a localidades como Ledesma, Cantalpino y Encinas de Abajo, así como a los 16 núcleos de la mancomunidad Almenara Norte.

A pesar de estos episodios, el suministro de agua se ha reducido un 21% sobre 2022.

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