
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La Marcha Teresiana entró en la provincia de Salamanca por Cantalapiedra en su XLIII edición, con la peculiaridad de que este año no pudo acceder a la iglesia parroquial de Santa María del Castillo para llevar a cabo la celebración de la Palabra, prevista como cada 17 de septiembre a la misma hora. El párroco, Anastasio Fariza, no se encontraba en la localidad y ninguno de los presentes tenía acceso a la llave para poder abrir la puerta. Tampoco se pudo localizar a ninguna de las personas que podían tenerla e incluso hubo quien dijo que «no tenía permiso del párroco para abrir la puerta de la iglesia».
Desde la organización de la Marcha Teresiana no quieren culpar a nadie de lo sucedido. «Como llevo haciendo en los últimos tres años, dejé los programas e información en el Ayuntamiento, en el bar y en un edificio próximo a la casa parroquial, porque cuando llamo el párroco no coge el teléfono», detalla Julián Herraez, responsable de la organización. «No podemos achacar que haya tenido nadie la culpa», respondió Jorge García, sacerdote diocesano que, junto al también sacerdote Manolo Briñón, acompañan esta iniciativa prácticamente desde sus inicios. En los 42 años previos, la Marcha Teresiana mantuvo su celebración de la Palabra en el templo parroquial, la iglesia de Santa María del Castillo. Solamente se celebró en la ermita de Nuestra Señora de la Misericordia cuando el templo estuvo en obras.
Los responsables y vecinos del pueblo se aglutinaron a la entrada del templo, realizando numerosas llamadas de teléfono para tratar de localizar a alguien que abriera la puerta de la iglesia. Mientras tanto, un centenar de peregrinos, llegados de diferentes lugares, esperaban junto a la talla de Santa Teresa, con el agravante de que el cielo estaba encapotado y amenazaba lluvia, algo que por suerte no ocurrió. Finalmente se consiguió que las monjas permitieran que la celebración de la Palabra se realizara en la iglesia del convento, aunque a su vez se realizó otro acto teresiano programado por la tarde, antes de la partida.
Tanto los vecinos que esperaban como los peregrinos se mostraban indignados. Muchas de las mujeres mayores que esperaban para participar en el acto tuvieron que marcharse a casa. La Marcha Teresiana continuó con normalidad con la celebración de la Palabra en la capilla de las monjas clarisas, en lugar de en la iglesia, aproximadamente una hora más tarde.
La XLIII Marcha Teresiana, este año bajo el lema «María Mírame», partió de Medina del Campo este domingo, como sucede cada 17 de septiembre desde 1981. Los peregrinos siguen los pasos de Santa Teresa de Jesús en su último viaje en vida, realizando una marcha durante los mismos días y recorriendo los mismos lugares que la Santa. Como cada 18 de septiembre, llegaron a la villa de Cantalapiedra, durmieron en Palaciosrubios y esta noche pernoctarán en Nava de Sotrobal.
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