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Domingo, 15 de septiembre 2019, 13:21
Las calles de San Esteban de la Sierra se llenaron el sábado con motivo de la celebración del día grande de las fiestas del Cristo, una jornada que tuvo su epicentro en la iglesia parroquial, que se quedó pequeña para acoger la eucaristía.
Tras la misa, los mayordomos, la familia Baíllo, se hicieron cargo de la imagen para sacarla en procesión hasta la Plaza Mayor. Ya en la puerta de la iglesia, los jóvenes danzaron en su honor al igual que en la Plaza, donde se bailó también el ramo. Eso sí, fue después de celebrar el multitudinario ofertorio ante la imagen del Cristo.
Tras las danzas, los jóvenes danzadores dedicaron unas palabras de agradecimiento a los que les apoyaron y enseñaron con los paleos y con el ramo, entre ellos a José Luis Benito “El Salao”, tamborilero de San Esteban y director del grupo. Después, la comitiva regresó con el Cristo a su ermita para despedirse de él y volver a la Plaza, donde tuvo lugar el convite ofrecido por los mayordomos. No faltó la típica ‘limoná’ ni las perronillas que habían elaborado previamente los propios mayordomos.
El temor a la lluvia fue constante en la localidad y, sobre todo, a partir de la tarde que es cuando más probabilidades daba de lluvia.
Todos miraron al cielo también para ver qué pasara este domingo con el toro, otro de los actos clave de la fiesta de San Esteban y momento en el que las calles se abarrotan de gente. Ya en 2015 la lluvia impidió que se celebrara el día 15 y se dejó para el fin de semana siguiente, que cayó en 19. Todos esperan que ese recuerdo no se repita y quede en una anécdota.
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