Saelices tiñe la plaza de púrpura y rubí

Ha sido la primera, pero no la última. Saelices el Chico acogió este domingo la primera edición de la Fiesta de la Vendimia, una celebración cada vez más extendida por los pueblos, y que coincide con la recogida de uvas en los viñedos, una labor que este domingo protagonizaron los vecinos del pueblo. Temprano y resistiendo al viento helador que cortaba la piel, los vecinos, muchos de ellos ataviados con trajes de época, se encontraron en la plaza para degustar tres variedades distintas de perrunillas, así como aguardiente y crema de orujo.

También la exposición de herramientas típicas de vendimia y relacionadas con el vino ayudaron, junto a la decoración de retales elaborada por los vecinos, a impregnarse de la magia de la vendimia de antaño. Poco después partieron hacia un viñedo del propio municipio, y fue a mediodía cuando la plaza comenzó a llenarse rápidamente de curiosos, organizadores, vecinos y, poco después, de los cien kilos de uvas que llegaron en cestas.

Los más pequeños disfrutaron de una enérgica pisada de uvas tanto blancas como negras, oportunamente preparadas en sacos, por lo que no fue necesario descalzarse, manteniendo de este modo un néctar límpido y los pies calientes en una tarde de frío inesperado.

Además de alquitaras cobrizas, botellas de vino revestidas de mimbre, y el son de la gaita y el tamboril que acompañó la celebración de la pisada, un carruaje con un caballo y otro con una mula arrancaron los aplausos y vítores del público, completando un lienzo bucólico.

A la hora de comer llegó un momento también muy esperado: el concurso de tortillas y vinos, que también pudieron degustar todos los asistentes, además de panceta, lomo y chorizo, provisto para una comida copiosa. El Ayuntamiento, colaborador de este festejo, aseguró así un evento redondo. “La intención es seguirlo haciendo cada año”, aseguró el alcalde, Francisco Javier Bernal, complacido por la acogida vecinal y la implicación.

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