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Sábado, 20 de abril 2024, 18:13

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«Hay veces que el sacerdote no puede acompañar a rezar el responso final de un difunto en el cementerio y voy yo», explica Juan Gómez Gómez, sacristán de la iglesia de Santa Cruz de Cespedosa de Tormes.

Natural de Fuentes de Béjar, pero casado en Cespedosa, lleva 46 años colaborando con la iglesia del pueblo. «Empecé con don Alipio, luego don José y ahora don Amable. Soy lector y ayudo en todo», señala Juan al explicar cual es su labor durante una jornada de sacristanes y lectores organizada en Fuenterroble de Salvatierra por el arciprestazgo de Santa Teresa (Alba-Guijuelo). Es la continuación de una jornada inicial que tuvo lugar el pasado mes de octubre también allí, en Fuenterroble, y se espera que haya una más. Son los sacerdotes del arciprestazgo los que dirigen la jornada y hablan sobre las pautas de sacristanes y lectores, que van escaseando pero que realizan una labor callada e importante.

Víctor García Sánchez lleva también 25 años como sacristán en Sanchotello. Ha acudido a la jornada con su párroco, don Félix, y aunque ahora vive en Fresnedoso con su hermano, no falta a su cita con la iglesia de su pueblo. «Hay domingos que no puedo ir», señala, pero siempre que puede lo hace. «Él empezó en la época que don Marco Antonio era párroco del pueblo y ha continuado con don Félix. No lee, pero se encarga de abrir la iglesia, preparar el cáliz, salir con la cruz en las procesiones e incluso tocar las campanas. En este caso, la mayoría de los pueblos las tienen automatizadas, pero Sanchotello aún no y Víctor ha llegado a doblar. En el caso de Cespedosa, señala Juan, aunque están automatizadas, de ellas se encarga otro vecino.

Juan y Víctor han participado en las jornadas junto a sacristanes y lectores de otras parroquias, sobre todo del arciprestazgo de Alba-Guijuelo, como las de Alba, Garcihernández, Amatos, Cespedosa de Tormes, Los Santos o Endrinal, aunque también han estado presentes de Béjar y Sanchotello, que pertenecen ya a la Diócesis de Plasencia, pero se trata de pueblos tan intercalados que la relación es fluida aunque dependan de obispos diferentes.

Emilio de Paz, Francisco Buitrago y Blas Rodríguez son los tres sacerdotes que han organizado las jornadas y que ayer participaron en la actividad. La jornada dio inicio con una recepción en el albergue de peregrinos, donde tomaron un café y luego se trasladaron hasta la iglesia de Santa María la Blanca para hablar de los diferentes aspectos de la labor de sacristán y lector. Y es que, como concluye Juan Gómez, «lo más práctico es preparar las lecturas con anticipación para saber de qué van y no salir precipitado a la hora de leer».

De todo esto y de más cosas se habló en la jornada ya que esta labor de hombres y mujeres de los pueblos de Salamanca es el principal apoyo para los sacerdotes que van en muchos casos a la carrera para poder llegar a todos los fieles de sus iglesias en una época de escasas vocaciones sacerdotales.

Sacristanes y lectores, imprescindibles en la labor parroquial
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