Cuando la fe rompe todas las barreras

Ha sido un año muy especial para la bejarana Maika Hernández. Su movilidad reducida no le ha impedido participar en los actos de la Cofradía de la Vera Cruz de Béjar como abadesa en el año 2023.

Sin embargo, todo lo bueno llega a su fin y el próximo Jueves Santo dará el relevo a Benjamín López, un joven con síndrome de Down, que vive con mucha emoción y pasión los actos religiosos de su querida cofradía. Su espíritu inquieto le ha llevado a pasar por encima de su discapacidad y luchar por sus sueños. Uno de ellos es el kárate, que practica desde hace años con buenos resultados, ya que espera dentro de poco aprobar el segundo Dan.

Maika se muestra orgullosa de su contribución a la historia de la Vera Cruz y de ceder el testigo a Benja, como es conocido popularmente, que cuenta nervioso las horas para asumir un cargo con el que lleva soñando muchos años.

«Para mí ha sido una experiencia muy positiva porque me he visto rodeada de mucho cariño y eso es muy importante, sobre todo, cuando tienes un problema físico como el que yo tengo con 74 años que cumpliré el próximo Viernes Santo», explica Maika. También se emociona al recordar a su marido, Ruperto Fraile, al que ha tenido muy presente durante este año ya que «le encantaba la fiesta de la Peña de la Cruz y las procesiones» y añade que «la Cofradía de la Vera Cruz ha sido para mi como una familia» porque sus integrantes han estado «muy pendientes de mi para ayudar en todo lo que yo no podía hacer y para estar a mi lado».

Maika recuerda la ayuda de personas como la anterior abadesa, Purificación Pozo, el anterior presidente de la Cofradía, David Hernández, o voluntarios como Pepe de Frutos, Paco García o Luis Zúñiga. Este cargo también ha tenido para ella un significado especial porque, recuerda, «he descubierto cosas en mí que no conocía y, sobre todo, el día del Corpus Cristi, que fue un día de comunión con Dios».

Reconoce que su escasa movilidad no ha sido un impedimento ya que «existe gente buena» que le ha ayudad a participar en los actos en un cargo que podría llegar a desaparecer por el cambio en los hábitos sociales. Ypara ella, ceder el testigo a Benja supone «un broche de oro»porque, además, fue alumno suyo durante su etapa como maestra. «Nosotros no somos distintos, somos iguales y lo único que tenemos son capacidades diferentes, lo que no nos hace menos que nadie», explica Maika para concluir que «tiramos más que mucha gente, tenemos que vivir nuestra vida y planteárnosla como personas corrientes».

Así enfoca también Benja ese cargo que desempeñará a partir del Jueves Santo. Será con motivo del acto de la Misa del Señor cuando recibirá el relevo de manos de Maika. «Para mí es una ilusión muy grande» afirma Benja que, además, se muestra agradecido con la directiva actual de la Vera Cruz, con el anterior presidente, David Hernández, sus padres, hermano y su primo Álvaro, entre otros.

Pertenece a la Cofradía desde los cuatro años y, a sus 37, asegura que no hay barreras a pesar del síndrome de Down, que conmemoró esta semana su día internacional para darlo visibilidad. Afirma que le gustan todas las procesiones y la romería de la Peña de la Cruz, fiesta en la que no ha podido participar por motivos de trabajo, pero a la que no faltará en este 2024. Yasí, Maika y Benja han encontrado enla Cofradía de la Vera Cruz de Béjar el marco adecuado para dar visibilidad a las capacidades diferentes y, también, para reivindicar y demostrar que no hay más barreras que las que cada uno quiera fijar en su cabeza.

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