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Regocijo y bendiciones múltiples en el Corpus de La Fuente de San Esteban

Seis altares, lluvias de pétalos de rosa y devoción a pesar del sol abrasador en el segundo día de festejos de la localidad

S. Dorado

La Fuente de San Esteban

Jueves, 30 de mayo 2024, 17:46

El sol deslumbró en la mañana de hoy a los vecinos e hijos de La Fuente de San Esteban, que asistieron a la cuidada procesión de Corpus después de la santa misa. A los pies de la iglesia, en la plaza y en todas las calles del periplo bajo el azote del calor, mantos, banderas de España, estandartes y motivos florales y vegetales coronaban balcones y pendían de ventanas.

En el suelo, el tomillo indicaba el trayecto del Santísimo Sacramento, representado en un glorioso dorado bajo un delicado palio. Mayordomos, párrocos y niños vestidos de Comunión siguieron los pasos del grupo de bailes charros, con un ritmo marcado por la gaita y el tamboril, pero también por los cánticos de los entregados vecinos y sacerdotes, mientras el incensario envolvía la atmósfera.

Seis altares en total recorrió el Santísimo Sacramento, persignando y visitando, alzado por los párrocos ataviados con estolas a juego, a los nacidos en el año en curso. Tan solo las dos primeras paradas estaban ocupadas por bebés y sus progenitores, vestidos de un blanco puro y rodeados de imágenes, alfombras y cojines.

A la belleza de los altares meticulosamente dispuestos de unía ayer el lanzamiento de pétalos de rosa de los niños de Comunión, comedidos a pesar de las incontrolables sonrisas al formar parte de uno de los actos centrales de los festejos sacros.

La sexta parada se produjo de regreso a la plaza, al finalizar el trazado circular, en gran altar ubicado bajo la Casa Consistorial, desde cuyos balcones se lanzó la mayor cantidad de pétalos para despedir la procesión con un intenso colorido rosáceo y fucsia, cubriendo los adoquines de pétalos.

Durante el recorrido los asistentes fueron en busca de las pocas sombras que ofrecían las viviendas y soportales, para refugiarse de un sol inclemente digno del verano, que incluso obligó a los componentes del segundo altar a proteger a sus retoños con una mano haciendo las veces de sombrilla para proteger a los frágiles bebés, uno de los cuales sollozaba.

A continuación el grupo de bailes charros deleitó a los presentes con varios bailes tradicionales, empezando por el baile en forma de cruz que ocupó la gran plaza revestida de coso taurino. Las celebraciones continuaron con un parque infantil y un partido de pelota mano por la tarde, y el Toro del Jamón en la Plaza Mayor y los alrededores al caer la noche, que enlazó los actos con la segunda verbena del programa.

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