Recuerdos de infancia que vuelven a la luz en Guijuelo

El hall del Ayuntamiento de Guijuelo acoge desde este fin de semana una original exposición que, a buen seguro, llevará a su infancia a más de uno. Y es que se trata de una recopilación de juegos de mesa, juguetes, triciclos, caballitos o muñecos realizada por el guijuelense Javier Bautista. Medio centenar de objetos que ha ido recopilando y que ahora muestra para que todo el mundo pueda disfrutar de ellos.

“Mi abuelo puso su tienda en Guijuelo en 1924; era un bazar y entonces en los pueblos se vendía de todo. Estaba en la Plaza Mayor donde hoy está Caja Rural. Muchos de los juguetes que tengo provienen de allí. Eran juguetes que, o no se vendieron, como los triciclos, muñecas, o bien tenían algún defecto; por ejemplo, que no les funcionaba la cuerda, como pasaba con los coches de lata. Y todo esto fue quedando en la trastienda de la tienda”, señala Javier para explicar cómo comenzó a fraguarse esa afición por conservar los juguetes. Continúa recordando cómo si padre continuó con el mismo negocio en la antigua Carretera General desde 1953: “yo ayudaba en época de Reyes con los juguetes, tengo grandes recuerdos y aprovechaba a jugar con muchos de ellos. Juegos como los cascantes, que frotábamos en las paredes o las pirindolas que bailaba en el suelo de piedra de las trastienda”. Como no podía ser de otra manera, a Javier le llegaban buenos regalos de este tipo:“en Reyes, mi hermana y yo siempre tuvimos bonitos juguetes de regalo, como el scalectric, motos y coches eléctricos”.

Con todos esos recuerdos, comenzó a guardar todos esos juguetes. Los limpiaba, envolvía bien y guardaba cuidadosamente en cajas. “Muchos eran juguetes con los que ni había jugado, eran anteriores a mi época pero me gustaban y quise conservarlos. Fui sumando algunos de mi niñez que quedaron en buen estado después de jugar con ellos; las canicas, las bolas locas y todos aquellos que jugaba de pequeño en el patio de la escuela y por las calles de Guijuelo”, explica. Pero no todo procede de su niñez y hay juegos que ha ido añadiendo a través de los años “ampliando así mi pequeña sentimental colección. Una colección a la que sumó incluso dos colecciones de cromos de su madre y que ahora muestra en el Guijuelo hasta el día 20.

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