Los pueblos de Salamanca intentan rescatar el comercio: se buscan desde hosteleros a panaderos

No solo la hostelería está presente entre los negocios que los ayuntamientos ofertan. Cada vez son más comunes las obras en edificios con fines distintos, como residencias o albergues. Ejemplo de ello es Monsagro, que cuenta con instalaciones pensadas para un hotel rural de gran capacidad, infraestructuras listas que tan solo esperan que un emprendedor llegue y aproveche el filón turístico que caracteriza a este municipio.

También pequeñas tiendas se han convertido en uno de los servicios más deseados en las pequeñas localidades como San Martín del Castañar, que tiene como objetivo dotar al pueblo de un economato.

Negocios como panaderías reciben con los brazos abiertos a panaderos llegados desde el extranjero, incluso. Es el caso de Adam Díaz y Giann Franco. El primero llegó a Monleras desde León para gestionar la panadería, y el segundo, de origen italiano, llegó desde Ourense para trabajar de panadero en Trabanca en diciembre de 2022.

«No queríamos que se dejara de prestar el servicio», explicaba el alcalde de Monleras, Ángel Delgado. En aquel momento, y a pesar del apoyo del Consistorio para conseguir que se siguiera horneando pan diariamente en el pueblo, el intento de aquel entonces para traspasar la panadería no resultó fructífero.

En vista de la situación, el Ayuntamiento, a través de una empresa de economía social, hizo posible la actual gestión de la panadería de Monleras, y con el tiempo, al saber del inminente cierre de la de Trabanca, el pueblo asumió «un riesgo empresarial». En estos casos la búsqueda no fue fácil tampoco, pero no por falta de candidatos, sino por exceso: «Mentiría si te dijera que no he hablado con más de 150 candidatos». Los bares, las pequeñas tiendas y las panaderías luchan por sobrevivir.

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