El pueblo salmantino que espera acabar con ocho meses sin poder beber agua del grifo

El Ayuntamiento de Cantalpino espera poner pronto punto y final a ocho meses de prohibición del agua de la red municipal por no cumplir con los requisitos necesarios para su consumo. Tras muchas pruebas y trabajo, la solución para acabar con los altos niveles de nitratos ha sido la limpieza de los depósitos del agua. «Ya los limpiamos e hicimos un primer análisis que dio perfecto, hemos hecho un segundo análisis el jueves pasado y estamos a la espera de los resultados para confirmarlo», señala el alcalde, Manuel Antonio Hierro.

Antes probaron a cambiar la marca de las sales que utilizan los filtros sin el resultado esperado. Estudiaron la posibilidad de cambiar las resinas, pero la inversión necesaria era muy elevada, rondando los 20.000 euros, y estas habían sido sustituidas hace cuatro años, por lo que su vida útil no había concluido ya que garantizan un mínimo de diez años. Desde el Ayuntamiento siguieron buscando soluciones. Primero limpiaron uno de los depósitos y obtuvieron un mejor resultado. Ahora, limpia ya toda la parte de depósito, esperan poder tener el resultado que permita retirar el anuncio que avisa de que «el agua no se considera apta para beber y cocinar». La presencia de nitratos en el agua de Cantalpino se detectó en octubre de 2023. En el mismo mes, el día 5, los análisis realizados dieron como resultado 0,025 microgramos de metolacloro por litro de agua, cuando el límite se encuentra en 0,03. Con lo que desde entonces quedó arreglado el problema de la presencia de metolacloro.

El 18 de mayo, siendo alcalde Javier Bolao, el Ayuntamiento de Cantalpino publicó un anunció en el que avisaba de la presencia de metolacloro en el agua de la red municipal de abastecimiento. El nivel era ligeramente superior a lo que la legislación considera apto para el consumo humano. Este componente es «una sustancia química procedente de herbicidas utilizados en la zona donde está el pozo de suministro». Desde entonces, los vecinos pudieron recoger agua para su consumo en los depósitos de la unidad del agua de la Diputación instalados en la nave municipal. Desde el Ayuntamiento trabajaron intensamente, pero conscientes de que los niveles en ningún momento fueron muy elevados.