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Mateo Arias junto a las ruinas de la ermita de San Blas adecentada por él y su amigo Mateo Hernández. J.H.
Dos viejos amigos recuperan el patrimonio de un pueblo salmantino con sus propias manos

Dos viejos amigos recuperan el patrimonio de un pueblo salmantino con sus propias manos

Mateo Hernández y Mateos Arias han restaurado fuentes, un potro de herrar, un antiguo depósito y una ermita

Jorge Holguera Illera

Santiago de la Puebla

Viernes, 3 de noviembre 2023, 13:08

Santiago de la Puebla quizá sea uno de los pueblos de la provincia de Salamanca con mayor patrimonio histórico en riesgo de pérdida a pesar de que ninguno de sus monumentos se encuentra catalogado en lista roja alguna. Sus vecinos sí son conscientes de esta realidad y al menos dos de ellos se pusieron manos a la obra hace unos años para recuperar poco a poco algunas fuentes, un potro de herrar, un antiguo depósito y la antigua ermita de San Blas.

Mateo Arias y Mateo Hernández son dos amigos a los que les une el amor por el patrimonio, las cosas bien hechas y a su pueblo, Santiago de la Puebla.

En esta localidad salmantina situada muy cerca de la provincia de Ávila se pueden visitar hoy gracias a su trabajo: un antiguo potro de herrar, un antiguo depósito de agua, varias fuentes y las ruinas de la antigua ermita de San Blas. Para poder llevar a cabo estos acondicionamientos dedicaron muchas horas de su tiempo, pero contaron con el permiso de los propietarios de la tierra donde se encuentra la ermita de San Blas y con el apoyo y permiso del Ayuntamiento de Santiago de la Puebla que también aportó materiales necesarios.

Mateo Arias es presidente de la asociación sociocultural Ermita de San Blas, a la que pertenecen casi dos centenares de personas. A través de esta asociación realizan acciones como es la semana cultural en la que este año se implicó a los jóvenes de la localidad en la construcción de un chozo de los que antiguamente hacían los pastores durante la trashumancia. La recreación del chozo se puede ver a la entrada de Santiago de la Puebla, antes de pasar el famoso río Margañán.

El monumento del que más orgullosos se sienten los dos Mateos es la ermita de San Blas, un símbolo de la localidad muy querido por las gentes del lugar, que incluso acuden allí a realizar las fotos de las bodas, a pesar de que apenas se conserva un arco y unas pocas piedras. Ahora gracias a la intervención de estos amigos el arco está consolidado y es más difícil que se pierda, además empedraron el suelo y plantaron unos cipreses para dar más armonía al conjunto. En San Blas se hace un encuentro en este espacio a iniciativa de la asociación del mismo nombre.

Mateo Arias y Mateo Hernández también recuperaron la fuente del Tío Tuto, la del Tejar y otras dos situadas junto al río Margañán. Mateo Arias cuenta que tenía un proyecto para la recuperación de una antigua picota y que también le gustaría que se pudiera volver a ver en funcionamiento la fuente Nueva, un manantial que bajo su punto de vista no era tan nuevo, porque cree que puede pertenecer a la época de los romanos.

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