![El pueblo salmantino donde un caimán de 600 años es el protagonista de la iglesia](https://s1.ppllstatics.com/lagacetadesalamanca/www/multimedia/2023/08/27/caiman-iglesia-santiago-puebla.jpg)
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El verano es un buen momento para viajar y descubrir sitios nuevos, aunque no hace falta recorrer muchos kilómetros para encontrar tesoros artísticos y joyas del patrimonio, algunas de ellas envueltas en un halo de misterio que hacen su visita aún más interesante.
Una de esas joyas desconocida todavía para muchos salmantinos está a apenas 60 kilómetros de la capital, en el municipio de Santiago de la Puebla. Allí se encuentra la majestuosa iglesia de Santiago, uno de los mejores ejemplos de arquitectura gótica que hay en la provincia y también uno de los pocos templos que cubre todos y cada uno de sus tramos con bóvedas de crucería. Pero más allá de su gran valor artístico y de su belleza, la iglesia tiene una nota «exótica» que la hace única, puesto que de una de sus columna cuelga desde hace más de seis siglos un gran caimán disecado.
Son varias las teorías que explican este hecho insólito, aunque se cree que fue el señor de la villa el que lo llevó hasta la localidad tras uno de sus viajes. La presencia del «lagarto», como así lo llaman los vecinos de Santiago de la Puebla, ha despertado desde siempre la curiosidad de todos los que visitan el templo, incluso en su día llamó la atención del mismísimo Iker Jiménez, que lo convirtió en protagonista de su programa «Cuarto Milenio».
La leyenda que ha pasado de generación en generación cuenta que el «lagarto» apareció un día en el pueblo después de una crecida del río. Escondido tras el follaje, acechaba a un grupo de niños que jugaba tranquilamente. En ese momento, y tras una violenta sacudida, el animal se echa encima de una niña de cabellos rubios a la que devora de un solo bocado. Asustados por lo que acaba de suceder, los niños corren hacia el pueblo en busca de ayuda. Los hombres, armados de palos y horcas, deciden bajar al río en busca del caimán al que encuentran dormitando y con la barriga llena. Allí mismo lo matan y con un gran cuchillo le cortan la cabeza y le abren la barriga, donde todavía sigue viva la pequeña de cabellos dorados.
La historia del «caimán» es una de las curiosidades de la iglesia de Santiago porque también en su interior, en uno de sus laterales, se encuentra el que probablemente sea su gran tesoro: la capilla del Licenciado Toribio. Fundada en el primer tercio del siglo XVI, allí yace Toribio Gómez de Santiago, quien fuera miembro del consejo real de los Reyes Católicos. Precisamente su cercanía a los reyes y a la nobleza le hizo codearse durante toda su vida con personalidades muy influyentes y artistas de todo tipo. De hecho, la entrada a su capilla la cierra una espectacular reja de Juan Francés, y dentro de ella hay un impresionante retablo atribuido a Felipe Bigarny y a Diego Siloe, uno de los primeros maestros del Renacimiento español.
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