La Gaceta
Martes, 31 de diciembre 2024, 12:20
Uno de los privilegios que tenían los señores feudales que más desesperaban al pueblo era el derecho de pernada. Este derecho, también conocido como «ius primae noctis», era el privilegio feudal por el que los nobles tenían potestad de pasar la noche de bodas con la mujer de sus vasallos.
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Este abuso feudal obligó a una población salmantina a levantarse en armas. En lo alto del cerro de San Pedro, en cuya falda se extiende Hinojosa de Duero, había un castillo del que hoy no queda nada más que el recuerdo. Los más mayores de la zona todavía señalan hoy en día donde vieron los cimientos y acompañan el relato con leyendas de tesoros escondidos. Aún queda en pie la ermita -una joya del románico atlántico- que formó parte de la fortaleza.
En el castillo vivía un señor feudal déspota que tiranizaba con derechos humillantes para el pueblo como lo era el 'derecho de pernada'. Hartos ya de los abusos del feudal, los vecinos, la noche de San Juan, se unieron y alzaron contra él asaltando el castillo. Al opresor, apenas le diotiempo a vestirse, y tras la lucha, logró huir a Portugal.
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