El pueblo que aprende con su patrimonio gastronómico

Dicen que las cosas bien hechas perduran en el tiempo. Un ejemplo es la elaboración de huesillos en Bóveda del Río Almar. Este producto de gastronomía tradicional ha pasado de madres a hijas y de abuelas a nietas fluidamente a lo largo de los tiempos.

En esta localidad lo conservan con mimo y principalmente son las mujeres las que custodian la receta y lo más importante, los secretos para conseguir que este alimento salga al gusto de siempre.

«Lo podemos hacer durante todo el año, pero principalmente en carnavales y Semana Santa»; cuenta una de las 19 mujeres que se reunieron ayer por la tarde en el local social de 'La Residencia' con el fin de compartir esta elaboración.

Mari Carmen Valverde y Remedios Guerola se encargaron de la elaboración en la cocina, mientras el resto ocuparon asiento como público para no perder detalle de la receta tradicional de la localidad.

Los ingredientes son básicos y se pueden encontrar fácilmente en cualquier tienda de alimentación. «Normalmente para que quede bien, para seis huevos tienes que guardar escaso el kilo de harina», explica Mari Carmen Valverde. Otro de los secretos está en la fritura. «Hay que hacerlos lentos porque sino pueden quedar crudos por dentro», alertan.

Además uno de los signos identificativos de los huesillos, que toman este nombre por tener forma de hueso, es que en la fritura se abren.

Todos esos detalles y muchos otros pudieron descubrir las mujeres de esta localidad que aprovecharon una tarde de viernes para poner en valor su propio patrimonio local, en este caso el gastronómico, y después disfrutar degustándolos con un café.

La receta puesta en práctica en Bóveda del Río Almar lleva seis huevos. Con medio cascarón de huevo, añadían, seis unidades de aceite de oliva y tres de aguardiente. Seis cucharadas de azúcar, levadura y harina (la que admita). Dicen que no llega al kilo de harina.

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