Un problema de humedades retrasa de nuevo las obras en la muralla de Ciudad Rodrigo

Las obras de emergencia que en su día dictaminó el Ministerio de Cultura sobre la muralla de Ciudad Rodrigo siguen sin acabar y, salvo cambio drástico, volverán a necesitar ampliar su plazo de ejecución. En estos momentos se está actuando en la cuarta y última fase de las previstas en el proyecto, relativa a la rehabilitación y asentamiento del lienzo exterior del bastión defensivo en el tramo entre La Batería y el Hospital de la Pasión.

Es precisamente en esta zona donde las humedades están dificultando los trabajos previstos. «La calle Sinagoga, que se encuentra cerca del hospital, que, en lugar de evacuar hacia el centro de la ciudad, lo hace hacia fuera y creemos que este el motivo de las humedades que nos estamos encontrando», afirma el director de las obras de emergencia Juan José Rodríguez Lemus. Según detalla a LA GACETA, la tubería de desagüe de esta zona «esta rota y lleva así años» y debido a esas filtraciones los trabajos pendientes en esta última fase se están posponiendo.

Lemus recuerda que este tipo de intervenciones «deben ser cuidadosas y bien ejecutadas, estamos hablando de una edificación del siglo XVII» y esta causa ya el fue el detonante para que el pasado mes de febrero la empresa encargada de las obras solicitara una ampliación del plazo de entrega de dos meses, que estarán próximos a finalizar. «Se deben hacer unos estudios previos para cómo actuar y ser aprobados por el ministerio», argumenta Lemus. Vista la situación, y a tenor de las lluvias de las últimas semanas, no sería de extrañar que se solicitara una nueva prórroga.

El tramo actualmente en obras forma parte de la muralla medieval de cal y canto, con un tramo de fábrica de piedra arenisca que «se levantó en sustitución de las partes caídas en los siglos XVII y XVIII», señalan los redactores del proyecto, un muro que está atravesado por una conducción de aguas deteriorada que provoca las humedades y filtraciones que se trata ahora de reparar. Ya en su momento, el proyecto recogía la «falta de material, ausencia del revestimiento de cal, gárgolas rotas y obstruidas con elementos vegetales a eliminar y reparación de la coronación del muro», como puntos en los que focalizar las acciones de restauración.

El director de las obras de emergencia recuerda a las instituciones implicadas «la necesidad de hacer más inversiones en el mantenimiento del patrimonio, pero en particular de esta muralla, hay zonas en las que se debe actuar, aunque no sea de urgencia». Los mirobrigense lamentan, que, a pesar de las múltiples peticiones del consistorio al Ministerio de Cultura para llevar a cabo labores de adecuación de esta construcción amurallada, no hubo ningún interés hasta el derrumbe de enero de 2022, cuando el departamento ministerial decreto el plan de emergencia sobre la muralla de Ciudad Rodrigo, con un presupuesto fijado en los 611.000 euros

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