El PP de Béjar apela a la prudencia para reconducir la ruptura interna «con diálogo»

El Partido Popular de Béjar ha optado por la prudencia y prefiere guardar silencio de cara a los medios de comunicación con el objetivo de poder reconducir la crisis interna del grupo municipal destapada el miércoles.

Después de una mañana con distintas reuniones en Salamanca, con representantes de la Diputación y de la dirección provincial del PP, el alcalde Luis Francisco Martín, ha decidido desconvocar la rueda de prensa prevista para esta tarde a las 19:15 horas en el Ayuntamiento con el objetivo evitar realizar declaraciones que pudieran empeorar la situación con las dos concejalas, Olga García y Araceli Dorado, que han mostrado su malestar por la presencia de dos asesores en el Ayuntamiento para ayudar al regidor.

El PP de Béjar apuesta por mantener conversaciones internas que permitan reconducir la crisis política en la ciudad y evitar romper el Gobierno municipal apenas cuatro meses después de que ese partido recuperar la Alcaldía, que se encontraba en manos del PSOE.

Por tanto, los próximos días serán claves para que el alcalde y su equipo intente llegar a un acuerdo con las dos concejalas para evitar la ruptura definitiva del equipo de Gobierno. Araceli Dorado ha hecho públicos algunos mensajes en las redes sociales para mostrar su postura y agradecer las muestras de apoyo que reciben. En concreto, ha escrito en sus redes sociales que el acta de concejal es nominativa, es decir, pertenece a cada concejal y ha advertido que ninguna de las dos se marchará del Ayuntamiento «aunque estén moviendo hilos para echarnos». Además, ha asegurado que ambas van a seguir luchando «desde otros sillones» por todos los bejaranos y ha advertido que «en pocas películas ganan los malos. Y ésta no va a ser una de ellas». Finalmente, ha asegurado que «no importa lo que inventen, la verdad sólo tiene un camino» por lo que «la única certeza es que si Olga y yo hemos decidido dar este paso a sabiendas del revuelo que se iba a originar... por algo será» para concluir que «la lealtad ni se vende, ni se compra».